Desde sus primeros meses, el infante está en contacto con las imágenes. Además de los objetos que cotidianamente lo rodean, papá y mamá pueden utilizar el libro sensorial atractivamente ornamentado, que presenta objetos hechos de fieltro y telas de forma artesanal con los que el niño y la niña juegan, se entretienen y aprenden.
Luego, viene el libro álbum, que los familiariza aún más con los dibujos, trayendo hasta sus mentes la fantasía, el descubrimiento y el asombro. En ellos, las láminas son las protagonistas.
A medida que crece y va escalando grados de escolaridad, esa población se sumerge en la literatura, bien sea a través de los cuentos, las poesías, las composiciones, las novelas juveniles u otros géneros infanto-juveniles.
Y son las ilustraciones, llenas de colorido, armonía, belleza, contrastes, dimensiones y otros efectos visuales con los que los más chicos quedarán atrapados en el maravilloso mundo de los libros y la lectura.
Lo habitual es que los autores escriban y los especialistas en esos menesteres ilustren; también hay artistas que dibujan primero para que otros hagan los textos; y no faltan quienes, como la dominicana Verouschka Freixas, responden a las dos últimas modalidades.
El 2 de abril es el Día Internacional del Libro Infantil y por eso conversamos con el ilustrador Mark Bertram acerca de la importancia de las ilustraciones en la literatura para ese público.
Oriundo de Santiago de los Caballeros, egresado de la carrera de Ingeniería en Sistemas de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y de Publicidad en la Universidad PEC (Unapec), Mark Bertram está dedicado al oficio de embellecer con imágenes los textos dirigidos a los infantes.
“He descubierto en la ilustración infantil la disciplina perfecta para recrear todas las ideas que me invaden constantemente” –dice.
A su juicio las ilustraciones ayudan al niño a entender el contexto de la historia y lo motivan a leer. “En muchos casos, pueden representar fielmente lo que dice el texto y, en otros, la ilustración expande la narrativa”.
Opina que es importante que las imágenes sean atractivas, conectadas con el texto y que tengan un lenguaje visual apto para el público al que se dirigen.
En su caso, combina el mundo digital con el manual. Primero lee el texto varias veces, busca referencias e investiga acerca del mismo; luego hace el boceto a lápiz y lo digitaliza.
Agotado ese proceso, lo termina en la computadora, donde lo colorea usando técnicas con las puede corregir y modificar.
Este artista entiende que para lograr los efectos deseados es muy importante que haya comunicación entre el ilustrador y el autor, aunque muchas veces no es así, sino que los textos llegan primero a un editor o director de arte y de ahí a sus manos.
Mark también hace la diagramación del libro, quedando así el trabajo más completo y unificado.
Con él se pueden poner en contacto a través de Instagram como @markbertran y en su página: www.markbertran.com.
El IBBY y el Día Internacional del Libro Infantil. La Organización Internacional para el Libro Juvenil, mejor conocida por las siglas IBBY, con sede en Suiza, es la que promueve esa conmemoración el 2 de abril, en honor al natalicio del prolífico autor infantil danés Hans Christian Andersen.
El propósito es promocionar los buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más jóvenes a través de exposiciones, encuentros con escritores e ilustradores, presentaciones de libros, sesiones de libro-forum y actividades de animación a la lectura. También se organizan actos en torno a la figura de Andersen.
Cada año, esa entidad escoge, entre los países miembros, el mensaje y a un artista visual para la elaboración de un cartel alusivo que se promueve por todo el mundo en los centros educativos, bibliotecas, librerías y otros espacios afines.
Este año ambas tareas le correspondieron a Kestutis Kasparavicius, de Lituania, quien se inspiró en el lema “Los libros inspiran pausa”.
Fragmento del mensaje. Empieza diciendo ella: “«¡Voy con prisa!», «¡No tengo tiempo!», «¡Adiós!»… Expresiones semejantes pueden oírse quizá a diario… Y con frecuencia parecida se oye decir que vivimos en la edad de la abundancia de información, la prisa y la precipitación. Sin embargo, tomas un libro entre las manos y, de alguna manera, te sientes distinto. Y es que los libros tienen una estupenda cualidad: te inspiran serenidad”.
Y continúa: “Los libros ayudan a no acelerarse, enseñan a observar; los libros invitan, incluso obligan a acomodarse, pues casi siempre los leemos sentados, poniéndolos en la mesa o en el regazo, ¿no es así?”.
“No tengo duda de que a los libros les parece muy interesante estar sobre vuestro regazo, pues una persona que lee –sea niño o adulto– solo por eso ya es bastante más interesante que la que se resiste a tomar un libro entre las manos, que la que –siempre con prisa– no llega a sentarse y no tiene tiempo de fijarse en casi nada. Este es mi deseo para todos en el Día Internacional del Libro Infantil: ¡Que existan libros interesantes para los lectores y lectores interesantes para los libros!” termina el mensaje.