El incremento de la obesidad infantil y de las enfermedades crónicas prevenibles es motivo de gran preocupación en el mundo. En muchos países, han establecido medidas rigurosas para su control, tras determinar su relación con la alimentación.

Entre las medidas adoptadas figuran los impuestos a las bebidas azucaradas, las leyes de alimentación saludable y, más que todo, el etiquetado frontal y advertencia nutricional de los productos alimenticios.

Simultáneamente, han surgido colectivos y organizaciones de la sociedad civil que impulsan la alimentación saludable y defienden el etiquetado transparente, garantizando así el respeto a dos derechos fundamentales: el derecho a la información y a la salud.

De acuerdo con la Coalición América Saludable (CLAS), que agrupa a más 200 organizaciones no gubernamentales, entre las que se encuentra ONPECO, el 44 por ciento de las muertes en nuestra región están asociadas a una mala alimentación.

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Otro dato preocupante revelado por la CLAS es que 62 millones de personas padecen de diabetes en América Latina y el Caribe. Las Enfermedades No Transmisibles (ENT) pudieran evitarse si se interviene desde la primera infancia con un sistema de información que involucre a las familias, mediante políticas públicas orientada como parte de la atención primaria en salud.

Nuestro país no escapa de lo que ocurre en el resto de nuestra región. Según datos recientes del Ministerio de Salud Pública, más del 70 por ciento de la población sufre de obesidad y sobrepeso.

Según una investigación en la que se evaluó a una población de 7.949 personas, 33.6 por ciento padece de obesidad y un 36.5 por ciento tiene sobre peso. Entre este grupo se reveló que el 32.3 por ciento sufre hipertensión y el 12 por ciento es diabético. Este estudio no fue una encuesta, sino personas que fueron evaluadas clínicamente.

El consumo de alcohol fue otro dato importante en el estudio: más del 54 por ciento de los hombres y el 32 por ciento de las mujeres entre 45 y 64 años consumía alcohol, para una proporción de un 39 por ciento.

El alcohol, contiene azúcar entre sus ingredientes, más los alimentos como las bebidas azucaradas y otros ricos en azúcares son un componente importante para el desarrollo de las Enfermedades no Transmisibles (ENT).

En el Reino Unido, donde uno de cada diez niños es obeso, se estableció un impuesto a las bebidas azucaradas para incentivar a los consumidores a elegir opciones más saludables. Según estudios de las universidades británicas, se han evitado más de cinco mil casos de obesidad al año.

La obesidad es actualmente una cuestión de salud pública mundial y un problema muy severo en nuestro país, por lo que es crucial adoptar medidas rigurosas para prevenir las ENT. Es urgente que se apruebe una ley de etiquetado frontal de advertencia nutricional que sea confiable, transparente y verificable como la mejor forma de prevención en salud.

Existen varias propuestas de leyes en el Congreso Nacional. Los congresistas Soraya Suárez, Lourdes Aybar y el diputado Agustín Burgos, entre otros, están comprometidos con la implementación de una ley de etiquetado frontal de advertencia nutricional, tal y como ya existe en muchos países de nuestra región. Prevenir es sinónimo de “curarse en salud”.