Importancia del orden de batalla para la aplicación de las leyes

Importancia del orden de batalla para la aplicación de las leyes

En el presente artículo, queremos presentar a la consideración el formato o algunos aspectos doctrinarios que se utilizan para estructurar y organizar las acciones,  hacia donde deben ir dirigidos los esfuerzos para combatir el flagelo de las drogas, militarmente hablando.

Los Oficiales Graduados en Comandos y Estado Mayor (DEM) sabemos que  para la planificación de una guerra debemos canalizar los esfuerzos en tres niveles específicos: nivel estratégico, nivel operacional, nivel táctico.

A menudo hemos escuchado hablar de la “guerra contra las drogas”, aunque la comparación no es totalmente apropiada para delinear este complejo fenómeno social, la experiencia militar, sí aplica al esfuerzo contra las drogas ilícitas. La necesidad de utilizar la inteligencia disponible, la habilidad para desarrollar planes estratégicos y operacionales y las capacidades para llevar a cabo acciones tácticas coordinadas, existen tanto en la guerra contra las drogas, como en el campo de batalla real, que ponemos en prácticas en las operaciones militares convencionales,  que se desarrollan en los teatros de operaciones,  durante una campaña determinada. Es por eso que los líderes que participan en la lucha contra las drogas deben  poner en uso las técnicas militares, ya comprobadas en los campos de batallas, pasados y actuales.

Cuando se hace frente a un enemigo, capaz de invertir sumas muy superiores a las nuestras en el campo táctico, los procedimientos de planeamientos y programación que empleamos, son vitales para derrotarlos. El uso eficiente de los recursos disponibles es esencial, hasta las estrategias  militares más brillantes fracasan, cuando aquellos que participan en el planeamiento, no pueden convertir la estrategia en una secuencia coordinada de acciones tácticas,  bien apoyadas.

El Campo de Batalla de las luchas contra las drogas está tanto a nivel interno con  externo y las acciones fronterizas, son componentes importantes en el  plan de batalla a diseñar, ya que un área tan extensa (363 kms.) requiere de esfuerzos integrados, de planeamiento y programación en los niveles estratégicos, operacionales y tácticos, si deseamos aumentar el máximo rendimiento de nuestras agencias y si queremos reducir sustancialmente el movimiento ilícito de drogas en la zona fronteriza.

En la aplicación de las leyes antidrogas deberían también utilizarse dichos niveles. Los objetivos estratégicos nacionales en dicha área y los del teatro de operación (el país geográfico), se deben de traducir a guías operacionales, que especifiquen las acciones a nivel táctico. ¿Qué debemos de hacer a nivel estratégico?  se establece una política más amplia y se acuerdan las condiciones deseadas. En este nivel los líderes (Consejo Nacional de Drogas y Consejo de Seguridad y Defensa) exponen los objetivos estratégicos (lo que debe de hacerse para apoyar la política y proteger los intereses), los conceptos estratégicos (cómo vamos a hacerlo) y las prioridades de recursos (lo que se necesita en término de recurso).

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