La ciudad de Maracaibo, capital del Estado de Zulia y del petróleo venezolano, fue escenario los días 12 y 13 del presente mes de julio, de una importante reunión de los países beneficiarios del acuerdo de Petrocaribe, generosa y trascendental iniciativa del gobierno bolivariano de Venezuela que preside el comandante Hugo Chávez Frías. Para los dominicanos esta iniciativa venezolana constituye la tabla de salvación dentro de la hoguera que representa los altos precios de los derivados del petróleo.
En la República Dominicana se consumen diariamente poco más de ciento cincuenta mil barriles de derivados del petróleo, y aunque los beneficios que obtenemos de las condiciones de Petrocaribe significan en la actualidad unos treinta mil barriles diarios, que no tenemos que pagar de inmediato en nuestra factura petrolera, el gasto de la misma es una dura e insoportable carga para nuestra economía.
El Secretario General de la OPEP, señor Abadía Salen El Bari, en recientes declaraciones a la prensa internacional ha reiterado que no se vislumbra una reducción en los precios del petróleo, debido a la gran demanda existente y que además tampoco los países productores prevén un sustancial aumento en su producción. Por lo que se desprende que hay que esperar que sigamos soportando una exagerada factura petrolera por tiempo indefinido.
El interés del gobierno debe estar encaminado a dar los pasos necesarios para aliviar el peso que significa el costo de los combustibles, ya que los mismos seguirán gravitando negativamente en la economía doméstica. Negociar con Venezuela un aumento en la cuota que tenemos en Petrocaribe, tal como plantea el presidente Fernández parece ser una fórmula factible y necesaria.
Otro de los problemas que existe en el país con relación al tema, es la poca capacidad de almacenaje que tenemos.