Muchas personas me han preguntado ¿porqué no se vacuna contra el cólera en Haití y la República Dominicana si hay en el mercado mundial dos vacunas contra esta enfermedad: la Dukoral, de manufacturación danesa por los laboratorios SBL, que está preclasificada por la Organización Mundial de la Salud –OMS- y licenciada en más de 60 países, y la ShanChol, manufacturada por Shantha Biotec, India, división de Sanofi Aventis, licenciada en la India y en espera de la preclasificación por la OMS.

 La Organización Mundial de la Salud –OMS-, ni la Organización Panamericana de la Salud  –OPS-, ni el Centro de Control de Enfermedades –CDC- de los Estados Unidos, recomiendan la vacunación contra el cólera por diversas razones: 1. No hay un grupo poblacional específico ya que afecta a todas las edades, por lo que hay que pensar en la vacunación a toda la población o por lo menos a los grupos vulnerables que son la mayoría. 2. Para que haya efectividad debería haber cobertura del 50% de la población vulnerable. 3. La vacunación consta de tres dosis con intervalo de una semana entre dosis a los menores de ocho años de edad y de dos dosis a los mayores. 4. En caso que se pierda la secuencia de dosis hay que empezar de nuevo.

 Con estas cifras, estamos hablando de aproximadamente unas 25 millones de dosis, con el agravante de que el volumen de estas vacunas es 30 veces más que el volumen de las dosis de vacunas convencionales y no hay capacidad para refrigerar tantas vacunas.

 Pero eso no es todo, las dos industrias manufactureras dicen que pueden producir entre 200 y 300 mil vacunas que no son suficientes para la población estimada. Además, hasta hace poco las vacunas tenían un precio de unos 30 dólares, aunque las noticias que aparecen hoy día señalan que el costo es de un dólar por dosis.

 Por otro lado, la protección es en el 85% de los vacunados dejando 15% creyendo que estarán protegidos sin estarlo. Y la protección es muy corta, dos a cuatro años, en que habrá que revacunar.

 Ahora bien, si se considera vacunar, ya que la vacuna es eficaz y la protección se alcanza en menos de diez días, debería hacerse solamente en la población de alto riesgo que son las que viven en los barrios marginados y muy pobres, tomando en cuenta vacunar a más del 70% de la población en menos de dos meses.

 ¿Qué perdemos si vacunamos? Dinero. Considero que bajo ningún concepto Haití y la República Dominicana deben endeudarse en la compra de estas vacunas para la protección temporal y parcial, ya que necesitamos mucho dinero para la promoción en la prevención, vigilancia epidemiológica, compra de antimicrobianos para reducir la transmisión, tratamiento oportuno y eficaz, como se ha podido demostrar en el país y otros factores.

 Sin embargo, hemos leído el cambio de política de la OPS con relación a la vacunación contra el cólera para Haití. De acuerdo a la noticia de Reuters del 20 del mes pasado, la OPS se oponía a la vacunación contra el cólera en Haití porque era muy difícil y costosa. Pero han cambiado de opinión porque han detectado más de un millón de dosis de la vacuna Shanchol en almacén y si garantizan el financiamiento podrían producir de dos a tres millones de dosis los próximos años.

 La OPS debería aclarar quién pagaría por las vacunas para Haití y debería pensar el impacto que podría producir en otras capas sociales las demandas de vacunas que no necesitan por sus buenas condiciones higiénicas, de todos modos dejo un espacio para la discusión científica de buscar la mejor solución para reducir los casos.