Imprescindible cajita de cristal

Imprescindible cajita de cristal

Amistad, esa relación afectiva que ocurre entre dos o más personas, es una de las más comunes relaciones interpersonales que la mayoría de los seres humanos tienen en la vida. Las relaciones de amistad se dan en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. Pero las amistades se vuelven cada vez más importantes en la niñez media y ejercen mayor influencia en el desarrollo social y de la personalidad. La amistad es como una cajita de cristal. Pequeña y transparente, donde guardas allí dentro todos tus pensamientos, ideas, cariño y amor. Se puede considerar como ese cristal fino donde te reflejas; ese material en el que están hechos tus sueños. Por esta razón, se entiende que por medio de las amistades, los niños aprenden conceptos y habilidades sociales y adquieren autoestima. Porque la amistad ofrece una estructura para las actividades lúdicas infantiles, refuerza y consolida las normas, las actitudes y los valores grupales, y sirve como fondo para la competencia individual y de grupo. Las pautas de la amistad se transforman durante la niñez, por lo que al final de la misma y de la adolescencia se hacen comunes los grupos de amigos generalmente extensos, en los que varios muchachos y muchachas suelen compartir actividades. Como un amigo es alguien que está contigo porque le necesitas, aunque le encantaría estar en otra parte; dos niños/as amigos/as satisfacen diferentes necesidades en cada cual. Uno puede ser dominante y el otro sumiso. O en otro caso, quizás la relación es equitativa y ninguno de los dos tiene una función clara y constante. El modelo depende de las necesidades de dominio, dependencia y autonomía de cada niño. Las parejas de amigos/as permiten compartir miedos y sentimientos y refuerzan las actividades, valores y normas. Un amigo verdadero es alguien que cree en ti aunque tú hayas dejado de creer en ti mismo; es por esto que tener un buen amigo en quien confiar enseña a relacionarse con los demás de manera abierta y despreocupada. En cualquier forma, esta pauta es más común entre las niñas, pues los niños tienden a jugar en grupos amplios y a revelar menos de ellos mismos a sus amigos. Se considera entonces, que como el verdadero amigo es alguien que te conoce tal como eres, comprende dónde has estado, te acompaña en tus logros y tus fracasos, celebra tus alegrías, comparte tu dolor y jamás te juzga por tus errores, las parejas de amigos que perduran suelen compartir muchos valores, actitudes y expectativas tanto entre ellos como con los demás. Por todo esto y por mucho más, es que decido dejarlos con este mensaje de Martin Luther King, Jr.: “Al final, no nos acordaremos tanto de las palabras de nuestros enemigos, sino de los silencios de nuestros amigos”.

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