La condición de joya urbana que merece la hidalga segunda ciudad dominicana en importancia y población que es Santiago de los Caballeros está en juego con las agresión de numerosas construcciones ilegales a lo largo de la avenida de Circunvalación que desde uno de sus lados debe hacer valer una armonía de usos territoriales con oxigenación de áreas verdes ahora invadidas y en proceso de aniquilación.
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Una desordenada presencia de edificios que no corresponden según la ley y de techados para el fragor del comercio informal y heterogéneo, genera una embestida inaudita a la ruta que está llamada a ser modelo de expansión metódica y digna de una metrópoli orgullosa de sí misma que es asiento de un progreso sin precedentes en varios órdenes.
Quienes desde liderazgos sociales de la comunidad santiaguera se destacan con notables aciertos por impulsar el desarrollo y la puesta en valor de la Ciudad Corazón, temen que si no se actúa pronto, aquel trayecto citadino será irreversiblemente un camino vecinal con cafeterías, ventorrillos de chicarrones, sedes comerciales y decenas de estacionamientos que irrespetan reglas. A esa decadencia que inutiliza una inversión pública de 8 mil 660 millones de pesos contribuyeron autoridades de cinco ayuntamientos de esta geografía con violaciones a su propia legalidad. Ocho años expidiendo permisos quebrantadores de leyes. Desde ejercicios responsables de la municipalidad, la Circunvalación Norte de Santiago debe ser rescatada lo más pronto posible.