Eliminación de exenciones
Con gran extrañeza vimos en la prensa nacional expresiones del ejecutivo del Fondo Monetario Internacional en el sentido de que el país está ante el desafío de eliminar los impuestos que distorsionan la actividad económica que incentivan la informalidad, reducir la tasas consideradas excesivamente altas y eliminar las múltiples exenciones que hacen insostenible el sistema tributario, agregando que los ingresos tributarios se pueden aumentar reduciendo las exenciones que aparecen en varios códigos y leyes. Estos criterios subjetivos no responden en ningún aspecto al rigor científico técnico social ni jurídicos porque se pretende cambiar las reglas, contravenir derechos adquiridos, ignorando que los estímulos de estas leyes constituyeron la base única para dar origen a las riquezas distribuidas hoy entre el Estado y los productores de estas pero si en cualquier momento se anulan o disminuyen las exenciones significaría una violación de la regla en perjuicio de los inversionistas actuales y también de los futuros productores de inversiones que generan la riqueza.
Con estos criterios se coincide con los recaudadores de todos los tiempos que calculan los potenciales ingresos fiscales sino existieran las exenciones sin contar con los factores que le dieron origen, por lo que ninguna de estas percepciones resisten el más ligero análisis sustentadas en las razones expuestas.
Otros aducen por ejemplo que se rebaje la tasa del impuesto a la transferencia de bienes industrializados (ITBIS) a un 10% y se aplique a todos los bienes y servicios con la clara intención de facilitar su recaudación, ignorando el hecho concreto establecido en el derecho tributario que los impuestos indirectos y progresivos son de fácil recaudación pero también son los más injustos pues mientras más fácil sea su recaudación más injustos resultan los tributos.