En el país se multiplican las protestas por el aumento en el año 2014 del ITBIS del 8 al 11% aplicable a varios artículos de primera necesidad o de consumo masivo como el café, el chocolate, entre otros, pero este aumento ya estaba previsto cuando se estableció un impuesto a estos productos mediante la Ley 253-12, la cual modificó la 345 del Código Tributario que entre otras cosas incluyó la subida al 18% de todos los productos que tenían este impuesto hasta el 2014 y que lo disminuyó al 16 por ciento a partir del año 2015 , con la condición de que las recaudaciones pudieran alcanzar y mantener la presión tributaria al año 2015, conforme lo establece en el indicador 3.25, del artículo 26 de la ley No. 01-12 de la Estrategia Nacional de Desarrollo.

Este mismo artículo modificado estableció una tasa reducida del ITBIS para los bienes de consumo masivo indicados antes y otros que establecían que se aplicaría en el año 2013 el 8%, se aumentaría en el 2014 al 11%; al año 2015 al 13%, y a partir del año 2016 el 16%, es decir, al 2016 tendrían el mismo porcentaje de todos los artículos que anteriormente estaban gravados con dicho impuesto .

Estos impuestos establecidos vienen a aumentar la carga fiscal regresiva imperante en el país desde hace mucho tiempo y que como hemos dicho muchas veces, constituye una forma de extraer de la masa menos pudiente los recursos que requiere el Estado supuestamente para cumplir con las necesidades públicas y que muy a menudo se invierten con fines políticos más que con fines económicos a favor de los contribuyentes.

En principio vimos con incredulidad que se aplicara un impuesto a la mantequilla, al café, a los aceites comestibles, a los azúcares, etcétera, en razón de que había muchos otros que podrían haber recibido los nuevos gravámenes si es que fuera necesario, aunque lo dudamos, pues hubiéramos preferido que sean reducido los gastos de Estado.