Desde la promulgación del Código Tributario se estableció el llamado Procedimiento Simplificado de Tributación (PST) con el objeto, según decía la legislación, de facilitar el pago de impuestos a las personas naturales con ingresos que no superaran RD$1,000,000 anuales, condicionada a que el declarante dedujera en forma global el 30% de estos ingresos brutos, a fin de determinar la renta neta sujeta al impuesto y por consiguiente se preestablecía que estos contribuyentes ganarían en sus actividades un 70%, lo cual, como puede verse, es simplemente imposible en una actividad de lícito comercio y aplicando la competitividad natural en un libre mercado.

Después vinieron varias modificaciones porque esto no tuvo efecto alguno como era de esperarse y más tarde vinieron los reglamentos que solamente hicieron alejarse aún más la disposición de los contribuyentes de acogerse a este sistema por injusto.

En la actualidad y mediante un decreto marcado con el número 758-08, podríamos decir que se establecieron gravámenes por parte del poder ejecutivo que como se sabe corresponden exclusivamente al Congreso Nacional. Al PST basado en los ingresos, según el artículo 15 de este reglamento, podrán acogerse a este procedimiento las personas naturales o negocios de único dueño que no tengan contabilidad organizada, con ingresos totalmente exentos del ITBIS o con ingresos con más del 50% provenientes de ventas de bienes o servicios exentos del ITBIS o de servicios con ITBIS retenido en un 100%. Estos ingresos no deben ser superiores a RD$6,532,800 ahora a RD$7,800,000 en aplicación a los índices de inflación. Este no es una ventaja porque pocos negocios tienen una venta tan mínima en estos tiempos.