Con admiración hemos visto en la prensa nacional una noticia que nos ha llenado de esperanza pues según la nota, lo que en los Estados Unidos de Norteamérica es lo que aquí se denomina DGII a uno de sus funcionarios principales lo habían forzado a presentar la renuncia de su cargo por un escándalo provocado porque algunos contribuyentes lo acusaron de que había  discriminado  con el examen de sus declaraciones a un sector de estos; sin embargo en la Republica Dominicana siempre ha habido una queja general de que las administraciones tributarias centraban sus fiscalizaciones sobre el sector registrado de contribuyentes y también de que estas aplicaban con mucha liberalidad nuestras leyes y disposiciones de la Constitución y que nunca ha pasado nada .

Los que estamos muy a menudo en las actividades impositivas sabemos que esto no solo en esta suceden cosas como las señaladas antes sino que acontecen en las demás áreas de la administración pública , pues hemos oído a empleados expresar sin reparo que eso dice la Ley pero que aquí se hace de otra manera por órdenes superiores .

En países con instituciones fuertes se respetan las leyes y por lo tanto la división de los poderes públicos se respeta rigurosamente, pero aquí como se sabe que corresponde al poder legislativo crear las leyes impositivas es usual que la oficina encargada de su aplicación sobrepase están disposiciones. Estas son las razones causantes de la mayoría de los males sufridos por los dominicanos y de que no se hayan corregido las deficiencias en la salud, educación, seguridad, servicios y otros.

Tenemos un sistema impositivo complicado que deja muchas decisiones a la administración tributaria y como los dominicanos somos tan fiscalistas, las decisiones muy a menudo son tomadas en contra de los contribuyentes.