Impuestos a los combustibles, deuda pública  e inflación

Impuestos a los combustibles, deuda pública  e inflación

En los 7 años y 5 meses transcurridos desde enero de 2001 a mayo de 2008, los contribuyentes han pagado al fisco 117 mil 452.1 millones de pesos por concepto de impuestos a los combustibles.  Estos gravámenes, que han producido alrededor del 11% del total de los ingresos no financieros y un 12.6% de los ingresos tributarios del gobierno en los últimos 7 años, están siendo objeto de cuestionamiento debido a que se considera que tienen un efecto inflacionario expansivo en adición al que genera el continuo aumento del precio internacional de los combustibles.

Los impuestos a los hidrocarburos se estuvieron cobrando de manera administrativa, por medio de un mecanismo discrecional de diferenciales o compensación hasta noviembre del 2000, cuando se aprobó la Ley 112-00 de Hidrocarburos, dentro de cuyos propósitos se señalaron: el de eliminar el alto grado de discrecionalidad que implicaba la anterior forma de cobro de estos gravámenes, promover el consumo racional de los combustibles, obtener recursos para honrar los compromisos financieros del Estado y la preservación de la estabilidad macroeconómica.

Mediante la referida legislación se estableció un impuesto específico al consumo de cada galón de combustible y derivados del petróleo, que sería ajustable cada tres meses con el índice de precios del Banco Central. En esa ocasión se pusieron tributos a los diferentes tipos de combustibles que oscilaban entre 0.35 centavos y 18 pesos por galón.

Entre 1995 y el 2000, previo a la aplicación de la Ley 112-00,  los diferenciales a los combustibles le produjeron ingresos al gobierno por un monto de RD$ 25,767.8 millones, representando en promedio un 12% de los ingresos totales del Gobierno Central. Para el 2001 las recaudaciones por impuestos a los combustibles se incrementaron en un 140.2 por ciento, al pasar de RD$ 3,126.9 millones en el 2000 a RD$ 7,511.2 millones.

 A partir de 2002 las recaudaciones de esta gravamen han crecido a una tasa promedio anual de 27.4% incrementándose sus aportes al fisco de RD$ 8,100.8 millones en ese año a RD$ 29,985.3 millones en el 2007 y una proyección para el presente ejercicio fiscal 2008 que podría rondar los RD$ 35,000 millones.

Solo en los primeros 5 meses de este año los impuestos a los hidrocarburos han producido RD$ 14,038.7 millones.      

Las reformas fiscales de 2005 y 2006 incrementaron la carga tributaria sobre los combustibles. En efecto, los tributos cobrados a los derivados del petróleo sufrieron un significativo aumento motivado en  las modificaciones introducidas a la Ley 112-00 por medio de dos reformas consecutivas.

En el artículo 23 de la Ley 557-05 de reforma tributaria se agregó un impuesto adicional de 13% ad-valorem sobre el consumo de combustibles fósiles y derivados del petróleo, así mismo, en el  artículo 25 de la misma Ley se aumentaron los impuestos al gasoil Premium, al gasoil regular de uso general y a la gasolina Premium y se reconoció a las empresas generadoras privadas el pago adicional motivado por la modificación señalada, como crédito impositivo compensable.

Otra modificación a los tributos sobre los hidrocarburos fue materializada con la llamada Ley de Rectificación Tributaria No. 495-06, que en su artículo 30 y 31 estableció un impuesto selectivo de 16% ad-valorem sobre el precio de cada galón de combustibles fósiles y derivados del petróleo, uno adicional de 3.00 pesos al gasoil regular y al Premium, 5 pesos a la gasolina regular y redujo en 5.00 pesos el impuesto a la gasolina Premium.

En el centro de las discusiones sobre la problemática planteada en torno a los impuestos a los combustibles, se identifican dos posiciones encontradas y una intermedia.

De un lado se encuentran quienes consideran que las autoridades debían eliminar los impuestos a los hidrocarburos y sus derivados, cuya base es el precio de paridad de  importación, debido a que  según entienden producen inflación.

En el otro extremo se encuentran los representantes del gobierno que argumentan  que en vista de que con estos recursos se paga el servicio de la deuda publica, es imposible la eliminación de dichos impuestos, ya que crearía dificultades fiscales, y en el punto intermedios nos encontramos quienes planteamos que las autoridades debían promover una reforma a los gravámenes a los hidrocarburos con el fin de suavizar su impacto pernicioso sobre los precios, mediante la fijación de montos específicos de impuestos por los próximos 12 meses y la eliminación del gravamen selectivo ad-valorem hasta ver qué pasa con los precios internacionales del petróleo, que cada día rompen récord.

Impuestos, precio y consumo de combustibles.  Los argumentos del mantenimiento de los impuestos selectivos ad-valorem sobre los combustibles, fundamentados en el objetivo de desestimular el consumo no son consistentes con los estudios, cuyos resultados muestran que la demanda de los derivados del petróleo, tales como la gasolina en sus diferentes tipos y el gasoil, es inelástica frente al precio y ligeramente elástica en relación al ingreso.

Algo que se tiene que valorar al evaluar lo positivo o negativo del congelamiento, reducción o eliminación de algunos de los impuestos a los combustibles son  las respuestas a las siguientes cuestiones: ¿qué tiene mayor impacto sobre el crecimiento y la estabilidad social?, la espiral inflacionaria que puede generar el circulo vicioso aumentos internacionales de los precios del petróleo, incremento en los impuesto  a los  combustibles y aumento de los precios en bienes y servicios?, o el ajuste del gasto del gobierno para compensar cualquier efecto pernicioso de la reducción de los impuestos sobre la “estabilidad fiscal”

 La cifra

14,038.7 millones de pesos han dejado al fisco los impuestos a los hidrocarburos durante los primeros cinco meses de este año, lo que da una proyección de 35 mil millones para el año.

Las claves

Algunos hechos

 Los gravámenes a los hidrocarburos  han producido cerca del 11% del total de los ingresos no financieros y un 12.6% de los ingresos tributarios del gobierno en los últimos 7 años,

Los impuestos fueron establecidos  mediante la ley 112-00, del 2000, que buscaba eliminar la discrecionalidad de las resoluciones administrativas, que se utilizaban hasta entonces.

La ley procuraba también recursos para la deuda externa y reducir el consumo de combustibles.

Servicio de la deuda pública e impuestos a los hidrocarburos

Según estimaciones realizadas los impuestos a los combustible han financiado alrededor del 53.4% de los pagos por servicio de la deuda pública en los 4 años transcurridos entre 2004 y 2007. Durante el periodo indicado, los desembolsos para el pago de la deuda oficial ascendieron a la cantidad de RD$ 157,589.3 millones, distribuidos de la siguiente manera: RD$ 34,517.2 millones en el 2004, RD$ 33,199.6 millones en el 2005, RD$ 36,708.6 millones en el 2006 y RD$ 53,163.9 millones en el año  2007.

En el mismo cuatrienio, las estadísticas oficiales y estimaciones realizadas muestran, que los pagos del servicio de la deuda con cargo al Fondo General ascendieron a unos RD$ 73,361.7 millones, en tanto que las obligaciones de deuda cubierta con recursos provenientes de los impuestos a los combustibles se sitúan en unos RD$ 84,227.6 millones.

Es importante señalar, que en los 4 años transcurridos entre  2004 y 2007, en total los recursos presupuestados en las leyes de gastos para el servicio de la deuda pública, contabilizaron un monto global de RD$ 226,035.3 millones, es decir, RD$ 68,446.0 millones por encima del monto total que se ha ejecutado.

Esto puede indicar que se ha estado sobre estimando el servicio de la deuda en el presupuesto nacional para favorecer la generación de excedentes para  usarlos discrecionalmente.

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