[b]Señor director:[/b]

Los doctrinarios de la tributación ya no hablan de reducir el impuesto sobre las sucesiones o las herencias, sino de eliminarlo. Estas son ideas de estirpe política conservadora y aunque la misma beneficia a los ricos, no podemos decir que es una propuesta unánime de estos.

William Gates (padre), Warren Buffett, David Rockefeller, y George Soros, en una solicitud al Presidente George W. Bush para que no se eliminara el impuesto sobre las herencias, sustentada por más de 120 millonarios, señalaban que eliminar el impuesto sobre la herencia haría más ricos a los hijos de millonarios y multimillonarios perjudicando a las familias que no disponían de ingresos para finalizar cada mes. En particular, el señor Buffett afirmaba que el impuesto sobre la herencia tiene una función fundamental en el crecimiento económico por ser un factor que ayuda a crear una sociedad del éxito basada en el mérito antes que en la herencia. Estos ricos solicitaron al Presidente Bush que por favor le siguiera cobrando a ellos impuestos sobre las sucesiones y se ocupe de favorecer a los sectores de menos ingresos.

Respecto al impuesto sobre la herencia existen opiniones con un mayor rigor científico. La Comisión Meade, presidida el premio Nobel de Economía J. E. Meade, que al final de los 70s hizo un estudio sobre la «Estructura y Reforma de la Imposición Directa en el Reino Unido», en su informe presenta la distinción entre patrimonio heredado y ahorrado, estableciendo que: «el patrimonio heredado debe sufrir una mayor imposición tanto por razones justicia como a causa del tema de los incentivos económicos. El ciudadano que por su esfuerzo y trabajo haya acumulado una fortuna merece un mejor tratamiento fiscal que el ciudadano que por la suerte de su nacimiento posee el mismo patrimonio; gravar al primero menos que al segundo crearán un obstáculo menor al esfuerzo y el trabajo.» El informe de la Comision Meade no se puede señalar como un documento de izquierda o algo que se parezca, pues esta comisión es de talante conservador. Su principal propuesta es sustituir el impuesto sobre la renta por un impuesto sobre el gasto.

El impuesto sobre las sucesiones y donaciones puede tener otras funciones en la estructura tributaria. El concepto de renta que se define como flujo de riqueza incluye a los fines del impuesto sobre la renta los enriquecimientos obtenidos por el sujeto del impuesto proveniente de terceros. De acuerdo con este concepto los ingresos o enriquecimientos obtenidos por vía de las donaciones y de las herencias formarían parte de la base imponible del impuesto sobre la renta. Pero dados los problemas técnicos que crea la aplicación del impuesto sobre la renta, por el carácter no periódico de los ingresos que se obtienen a través de la herencia o donaciones, los mismos se excluyen de la base imponible de este impuesto. Para gravarlo con un impuesto sobre sucesiones y donaciones que complemente la imposición sobre la renta.

Eliminar el impuesto sobre la herencia implica excluir del tributo sobre los ingresos elementos importantes de rentas y afecta de forma negativa la equidad horizontal que establece que los individuos que obtengan iguales niveles de rentas deberán pagar la misma cantidad de impuesto. El impuesto sobre las herencias complementa el impuesto sobre renta y es un instrumento fundamental de la imposición directa. Se puede plantear la idea de revisarlo para disminuir sus tasas y ampliar los mínimos no imponibles o excluir herencia de un determinado monto pero no su eliminación del sistema tributario dominicano.

Atentamente,

Víctor E. Rodríguez