MARINA GINEBRA DE BONNELLY
Cada vez se hace más difícil abordar un avión como vacacionistas por lo elevado de sus tarifas así como por los impuestos aeroportuarios, que encarecen las estadías en el exterior. Las aerolíneas son el principal transporte del turista y el encarecimiento de las tarifas en los diferentes destinos son factores determinantes para la selección de los mismos. Muchas personas se preguntan cómo las aerolíneas calculan los precios de sus asientos en las rutas que operan. Existe la idea generalizada y errónea de que los pasajes aéreos deberían tener el mismo valor si las distancias son aproximadas.
Esto es incorrecto, pues para determinar el costo de una ruta, las aerolíneas toman en cuenta varios factores, tales como: tiempo de vuelo, millas recorridas, costo de combustible, pero sobre todo, lo básico es la ley de la oferta y la demanda y, naturalmente la temporada.
Las tarifas aéreas aplicadas hacia y desde la República Dominicana no son una excepción a estos cálculos, pero debido a los altos impuestos que pagamos por llegar y salir del país, nos han situado entre los destinos más caros de Latinoamérica inclusive más caros que México, Brasil y Venezuela.
Para que se tengan una idea a continuación una relación de los impuestos que debe pagar un pasajero que sale de la República Dominicana: 20% de la tarifa aplicada, 24 dólares de aeronáutica, 26 dólares de Aerodom, 20 dólares de impuestos de salida y 10 dólares por concepto de seguridad aeroportuaria, estos son los famosos Q que aparecen en el boleto aéreo; además a éstos se les debe agregar los impuestos que cobran los países de destino u origen los cuales son variables de acuerdo con el país (ej. los USA cobran alrededor de US$42. pasajero por concepto de aduanas, migración, sanidad, etc.),
Ahora nos vemos con un nuevo impuesto equivalente a quince dólares (US$15.00) de la tasa aplicable a las empresas de transporte aéreo que presten servicios regulares desde y hacia la República Dominicana por pasajeros transportados así como de diez dólares (US$10.00) a los pasajeros transportados a las líneas aéreas no regulares (vuelos charters). Esto, amigos lectores, sin contar que en cualquier momento podría venir un aumento de la tarifa aérea regular por parte de las aerolíneas, por el continuo aumento del barril del petróleo que afecta el AV JET (kerosene).
Y si le agregamos las declaraciones en el periódico Hoy, del presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes (Asonahores), de cómo se ha encarecido el costo de los alimentos para el visitante, en las cuales explica el hecho de que los precios en el país se hayan fijado sobre una tasa de RD$40.00 X dólar mientras la tasa real es de RD$27.00 X dólar más impuestos de un 26%, hace que me pregunte si es que las autoridades turísticas y los funcionarios ligados a las finanzas públicas están divorciadas unas de otras. Ya es tiempo que se sienten en una mesa de negociaciones para hacer un estudio a fondo de este nuevo impuesto y de una reforma real y pragmática estudiar los ya existentes a fin de que se logre que no se encarezca más a los viajeros y turistas visitantes.
Parece ser que nos estamos olvidando que el turismo es un mercado muy sensible a la más mínima variación de lo establecido, es una actividad humana compleja que determina el consumo de una amplia variedad de bienes y servicios, entre ellos transporte, alojamiento, comidas y entretenimientos y que sus consecuencias económicas son incalculables. Protejámosle.