Impulsor de una admirable
institución social

Impulsor de una admirable<BR> institución social

Alejandro Asmar Sánchez (Chito), desde que fuera electo en 1994 por primera vez como presidente del Club Deportivo Naco, sembró una semilla de la superación y del orgullo naqueño, cuyos resultados los estamos disfrutando las más de nueve mil familias que constituimos la membresía, y que ahora la continúan sus reemplazantes de la plancha Familiaridad.

 La energía y entusiasmo de Chito Asmar la entregó, con sus demás compañeros de la directiva, a elevar la categoría del club y convertirlo en un lugar social y deportivo,  en donde los socios pudieran disfrutar de un ambiente en que predominara el compañerismo, fortaleciendo amistades y, a la vez, desarrollando sus capacidades deportivas en  las mas diversas disciplinas. Eso ha culminado en el surgimiento de brillantes atletas que le han dado brillo al deporte nacional, cuya dedicación se ha exaltado  con la inauguración de la Plaza de los Inmortales del Deporte  Naqueño ayer   miércoles 18.

Asmar, desde 1994 inició una intensa labor de fortalecimiento económico del club y así captar recursos para llevar a cabo las transformaciones físicas más importantes para adecuarlas  a las necesidades y categoría de una institución social de primer orden.

Las transformaciones físicas de las instalaciones del club fueron impresionantes desde el inicio de las diversas gestiones de Chito Asmar. Para  el 2004 se había culminado con la construcción de un edificio de parqueos de seis pisos que resolvió el taponamiento que se producía  periódicamente en las calles aledañas por las frecuentes actividades sociales y deportivas  que se llevaban a cabo y convirtiéndose en una molestia  para los vecinos. Estos  ya han rodeado las instalaciones, que en 1957, cuando se fundó el club, era en una manzana aislada rodeada por las demás con viviendas unifamiliares, que en los últimos años han sido reemplazadas por torres.

La energía renovadora de Chito Asmar no se contuvo con los límites físicos de la sede capitaleña, sino que, estimulado  por el entusiasmo de los otros directivos, logró incorporar las instalaciones de un club de playa, Cabamar en Juan Dolio, que en los últimos meses, bajo las orientaciones del presidente actual Toñito Alma, es el lugar preferido de la familia naqueña que acude masivamente  los fines de semana para disfrutar de la playa y las facilidades que permiten un descanso insuperable.

Más luego, Chito Asmar, con el apoyo de sus compañeros de la directiva, emprendió el desarrollo del más ambicioso proyecto para el establecimiento de un club de golf, que convertido  en el Naco Golf, cuenta con una impresionante joya arquitectónica de la casa club y con el campo de práctica que permite  el entrenamiento y aprendizaje  de los jugadores.

La partida de Chito Asmar como presidente del club, por razones de salud, a principios del pasado año, nos dejó un gran vacío, similar al que se produce cuando un gran barco zarpa del muelle después de estar varios días atracado, y acostumbrados a esa masa de acero  sin ver el agua, al estar frente al agua nos  deja un vacío de angustia. Sin embargo, el material humano bajo el presidente actual, Toñito Alma, ha sabido,  en once meses de trabajo intenso, llevar a cabo grandes realizaciones, que consagran desde ya al club como un lugar de confort para los socios y disfruten de la diversión, el deporte y el esparcimiento.  

Publicaciones Relacionadas

Más leídas