Impunidad y permeabilidad

Impunidad y permeabilidad

La lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado es un esfuerzo cuesta arriba que se enfrenta a la permeabilidad de las instituciones y a las desventajas económicas. Por eso, cuando el  presidente Leonel Fernández afirma ayer que en la región hay un 90 por ciento de impunidad en el tráfico de drogas y el crimen organizado, hay que entender que  está hablando de las limitaciones económicas y las debilidades morales y éticas que dificultan esa lucha.

El narcotráfico, precursor de toda clase de delitos y crímenes, tiene una fuerte capacidad de infiltración y compra de conciencias. No escatima esfuerzos para torcer a su favor el trabajo de la autoridad y le resultan favorable las desigualdades sociales, la pobreza de las familias en barrios y comunidades y la mísera paga que reciben  autoridades con responsabilidad en la persecución y castigo del delito.

Frente a esta realidad, hay que pretender que los países afectados por estos flagelos unifiquen esfuerzos no solo para afinar los instrumentos de lucha y mantener la firmeza, sino fundamentalmente para fortalecer la moral de sus autoridades, mantener una profilaxis permanente y procurar reponer al menos parte de la confianza perdida en la sociedad. La impunidad es fruto de la alta permeabilidad de las instituciones y es ese el primer frente en que los Estados tienen que  ganar sus mejores batallas.

Tragedia en torno al lago

Hay muchas explicaciones científicas acerca de por qué el lago Enriquillo está inundando  tierras de las provincias Independencia y Bahoruco, destruyendo siembras y propiedades de numerosas familias. Lo que no ha habido en ningún momento es un plan de acción oficial para auxiliar a los damnificados y tratar de detener o controlar la entrada de agua al lago. No se entiende por qué no se le ha dado a  esto  el carácter de gravedad que merece.

El presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, que visitó la zona, ha considerado de urgencia que se preste atención a esta situación. Ha dicho que tratará el tema con el presidente Leonel Fernández que, desde luego, ya está bien enterado de lo que pasa. Decenas de familias que viven en el entorno del lago Enriquillo están perdiendo sus propiedades y medios de sustento, y  eso es una  real tragedia humana que hay que atender ahora, antes de que sea peor.

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