Luego de que el Ministerio Público dio por concluida la lectura de la acusación contra los seis implicados del caso Odebrecht, tres de las defensas técnicas de los encartados presentaron su discurso de apertura en el juicio, donde detallaron cómo pretenden desmantelar el expediente instrumentado por el MP con motivo de los US$92 millones que la empresa brasileña admitió haber pagado en sobornos.
Al reanudarse la audiencia en el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, los representantes del órgano acusador y los abogados de los imputados acordaron dar por leída la lista de pruebas contenida en la acusación, único segmento del expediente que faltaba por ser leído.
Acto seguido, el tribunal le otorgó la palabra a la defensa del acusado Andrés Bautista, expresidente del Senado, para que expusiera su discurso de apertura.
Una vez en el podio, el abogado Carlos Salcedo manifestó que el juicio contra Andrés Bautista es “una gran mentira, un engaño realizado por un acusador selectivo y con intenciones políticas”.
El togado fustigó las pruebas que sustentan la acusación, al catalogarlas de “ilícitas, inútiles, impertinentes e irrelevantes como las delaciones premiadas” y afirmó que estas son insostenibles jurídica y probatoriamente.
Agregó que no hubo falsedad en las declaraciones juradas por parte de su defendido, sino una manipulación y tergiversación de datos de parte del MP.
Para “equilibrio político”. José Ricardo Taveras, abogado del exsenador peledeísta Tommy Galán, sostiene que la acusación en su contra fue para lograr un “equilibrio político” al incluir en el expediente a personas de diferentes fuerzas políticas.
Calificó el pliego acusatorio como “un manojo de papeles que eventualmente terminará siendo cuerpo de delito” y expresó que tiene la esperanza de que el tribunal “sancione la irresponsabilidad” del aparato persecutor de la justicia.
También manipularon. Claudio Stephen, defensor de Roberto Rodríguez, también alegó que en la acusación se manipularon datos en perjuicio de su representado, quien fue director del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa).
Negó que su cliente no tuviera empresas Offshore.
Argumentó que es “normal” un aumento del 11% en el presupuesto de una obra como el Acueducto de la Línea Noroeste, proyecto que, según la barra acusadora, Rodríguez le facilitó a la constructora Odebrecht a cambio de dinero.