GUATEMALA (AP) — Una jueza de primera instancia imputó el viernes cinco delitos, incluido conspiración para asesinar y secuestrar, a un presunto integrante del cartel Los Zetas capturado como sospechoso en la masacre el sábado de 27 campesinos en el norte de Guatemala.  

El imputado, que en 2008 había sido acusado en otro caso por intento de homicidio de cuatro hombres, afirmó ser inocente de las acusaciones en su contra. “Como nada he hecho, nada temo”, dijo a la Associated Press.  

La jueza Patricia Flores inculpó a Hugo Alvaro Gómez Vásquez de los delitos de conspiración para cometer asesinato y secuestro, asociaciones ilícitas y obstrucción de la justicia por su supuesta responsabilidad en la matanza, la más grave perpetrada en el país desde que terminó en 1996 un conflicto armado interno de 36 años.  

La masacre dejó 27 asesinados, de los cuales 25 fueron decapitados, en una finca ganadera de Petén, departamento del norte de Guatemala colindante con México. 

  El detenido fue enviado a una prisión de máxima seguridad a la espera de que el Ministerio Público presente una acusación formal en un plazo de tres meses.  

Por los delitos que es procesado, Gómez Vásquez puede ser condenado a la condena máxima de prisión de 50 años.  

El fiscal contra el crimen organizado Rony López dijo a mediados de semana que Gómez Vásquez estuvo implicado en el secuestro y asesinato la semana pasada de Luis Carlos Bardales Chacón, de 23 años, su esposa Keiry Eunice Franco Salguero, de 22, y su padre Luis Alberto Bardales Tobar, estos dos últimos decapitados.  

En la audiencia del viernes, el Ministerio Público presentó ante la jueza grabaciones de conversaciones telefónicas donde presuntamente Gómez Vásquez habría negociado el rescate de Bardales Chacón, de 23 años, y los otros secuestrados.  

Franco Salguero y Bardales Tobar aparecieron decapitados y el otro secuestrado muerto un día antes de haberse perpetrado la masacre en Petén. La mujer decapitada era sobrina del dueño de la finca en donde se perpetró la masacre, Otto Salguero.  

“Yo no soy culpable” dijo Gómez Vásquez, quien accedió a ser entrevistado en el sitio del juzgado en el que permanecía confinado durante la diligencia del viernes. Vestía chaleco y casco antibalas.  

“Yo nací en San Luis, Petén. No soy mexicano. Sí, sé que los delitos (de los que me acusan) son graves, pero como nada he hecho, nada temo. No tengo miedo por mi vida, no tengo ningún delito, no tengo ninguna orden de captura, mientras no me comprueben nada, no hay ningún problema” dijo.  

Relató que el año pasado fue deportado cuando intentaba llegar a Washington, Estados Unidos, en donde se encuentra su hermano. No especificó si se refería al estado o la capital estadounidense.  

Dijo que fue sorprendido cuando intentaba cruzar la frontera con México, tampoco precisó en qué punto y luego eludió dar detalles sobre el viaje indocumentado por México ni de los contactos que pudo haber tenido en ese trayecto.  

En octubre se atribuyó al cartel de Los Zetas la matanza de 82 migrantes en Tamaulipas, que según un sobreviviente fue desencadenada porque todos rehusaron ser reclutados por ese grupo del crimen organizado.  

Últimamente se han conocido varios casos en los que esa organización secuestra a migrantes y exige rescates a sus familiares u obliga a sus víctimas a someterse a sus órdenes.  

“A mi me sindican porque fui militar. El gobierno anda recogiendo a los militares. Yo en ningún momento he andado en pandilla, me dedico a la agricultura… tengo tierra en Jobonché, adelantito de San Luis Petén”, aseguró. Adujo que en ese sitio estuvo el día de la matanza.  

La AP encontró registros judiciales de Gómez Vásquez, quien fue procesado en 2008 en otro caso por homicidio en grado de tentativa contra cuatro hombres en 2008 en el departamento de Zacapa.  

El caso fue transferido por el Tribunal Décimo de la capital al de esa jurisdicción pero no pudo determinarse de inmediato qué fin tuvo en la cabecera departamental ubicada a unos 110 kilómetros al este de la capital ni detalles de la acusación. 

 Más temprano, en una entrevista con la mexicana radio Fórmula, el presidente de Guatemala, Alvaro Colom, dijo que detrás de la masacre sólo hay evidencia de la participación de presuntos miembros guatemaltecos del cartel de Los Zetas, no de mexicanos.  

Los Zetas es un cartel mexicano de las drogas que es considerado uno de los grupos criminales más sanguinarios.  

El gobierno decretó estado de emergencia en Petén, por el que se otorga a las fuerzas armadas poderes especiales, entre ellos autorización para detener sospechosos sin contar con órdenes de arresto.  

El presidente dijo que para enfrentar a organizaciones narcotraficantes como Los Zetas, es necesario fortalecer la cooperación regional y confío que la próxima conferencia regional de seguridad que se realizará en junio en la región permita avanzar en las estrategias regionales contra el narcotráfico.