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La Red Muchachos y Muchachas con Don Bosco hizo entrega formal del Centro Querebebé, un nuevo espacio que servirá para dar atención a adolescentes embarazadas, en especial aquellas que carezcan del apoyo del padre del bebé o su familia.
Las llaves del centro, ubicado en la calle Paraguay número 44, de Villa Juana, fueron entregadas a la Asociación de Damas Salesianas, que será la encargada de manejar la nueva institución.
El Centro entraría en funcionamiento en dos meses, aproximadamente, luego que se terminen estudios para determinar las necesidades de la población. Allí las jóvenes tendrán atención médica y psicológica.
Las adolescentes se les darán lecciones sobre el papel de una madre y cómo cuidar y proveer una buena educación a su hijo.
También recibirán capacitación profesional para que puedan emplearse en algún oficio y mantener a su criatura. El Centro Querebebé tendrá una sala-cuna para cuidar a los bebés mientras las madres estén trabajando. Luego las jóvenes serán incorporadas a programas de seguimiento.
Para salvar vidas. La historia de una adolescente embarazada que decidió terminar con su vida ante la presión social y la falta de amparo fue el hecho que motivó a la creación del Centro.
Según explicó el Padre Juan Linares, director general de Muchachos y Muchachas con Don Bosco, el testimonio fue una llamada de atención. Hubo un caso de una adolescente embarazada, a la que una persona de la comunidad le estaba dando seguimiento en plan de animación, para que ella conservase su niño. Un día esta persona fue a visitar a la joven y le dijeron que se había suicidado y le había dejado una carta. En esta carta ella le ponía los motivos, le decía te he traicionado, te prometí que no lo iba a hacer, pero no he aguantado, la gente se reía de mí, me tomaba a relajo, las autoridades no hacen nada por nosotros y no he aguantado. Y le decía he oído hablar del Padre Linares que trabaja con muchachos y muchachas en situación de dificultad. Te pido que vayas donde él y le pidas que haga algo por tantas adolescentes que como yo sufren esto, contó Linares.
