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POR MANUEL JIMÉNEZ
BELLA VISTA, Guerra. El presidente Leonel Fernández participó ayer aquí en la inauguración de una fábrica de zona franca construida por la empresa canadiense Gildan Activewear por US$60 millones y que se espera genere unos 1,500 empleos directos.
El presidente Fernández, en un discurso al termino de la ceremonia, se refirió al gran impacto social y económico que considera producirá en la provincia de Monte Plata la operación de esta empresa que planea ampliar sus inversiones a US$180 millones. El mandatario dijo que la semana pasada se hizo una «feria de empleos» en la cercana Bayaguana donde fueron reclutadas 300 personas que serán adiestradas para laborar en esta industria, aunque se espera que la oferta sea de 1,500 plazas.
En el acto, que se inicio a las 12:15 del mediodía tras la llegada en helicóptero del gobernante, el presidente de la firma canadiense, Glenn J. Chamandy, explicó que como parte de una estrategia de crecimiento, su empresa decidió en el 2003 adquirir 1.6 millones de metros cuadrados en Bella Vista, en las afueras de Guerra, para las instalaciones.
Hasta la fecha, explicó, la inversión es de US$60 millones, pero «estamos buscando la posibilidad de expandir el proyecto a la fase dos y tres, lo cual podría potencialmente representar una inversión de US$180 millones».
Chamandy explicó que una vez la planta este operando a plena capacidad producirán 240 millones de camisetas por año.
Agregó que la nueva capacidad de la planta será usada principalmente para apoyar el crecimiento continuo de las ventas de Gildan en Norteamérica y otros mercados, así como la entrada de la empresa al mercado detallista.
Explicó que en esta primera fase del proyecto se emplearán 1,500 personas, los que generarían a su vez aproximadamente otros 500 empleos indirectos.
Gilda Activewear se dedica básicamente a la confección de ropa y para este año espera producir 380 millones de unidades. Opera en ocho países y tiene cerca de 8,000 empleados en el mundo, indicó.
El presidente Fernández, en su discurso, dijo que «estamos en presencia de una verdadera revolución», al destacar el impacto social y económico que tendrá esta industria en la provincia.
Monte Plata, dijo, había dependido durante años de la caña pero que la caída de la industria azucarera sumió a esta región en una situación de angustia y ansiedad.
Dijo que hace poco estuvo de visita en Monte Plata y anunció que a esta provincia le esperaban cambios radicales, provocados por nuevas inversiones que generarían empleos.
«Estamos entrando en una etapa de gran impacto económico», dijo Fernández, quien aseguró sentirse «altamente complacido».
El sacerdote Antonio Marcelino bendijo las instalaciones.
En la mesa principal acompañaron al jefe de Estado, Chamandy, presidente de la firma canadiense; el embajador de Canadá en Santo Domingo, Alam Blackwell; los secretarios de Industria y Comercio, Francisco Javier García, y de Obras Públicas, Freddy Pérez; el director del Centro de Exportación e Inversión, Eddy Martínez, y Renato García, gobernador de Santo Domingo.
También el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco; el administrador de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Radhamés Segura; la Presidenta del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), Elena Viyella de Paliza; Fernando Rainieri, presidente de la Cámara de Comercio Dominico-Canadiense; el ex embajador dominicano en Canadá, Eduardo Fernández; el secretario de Medio Ambiente, Max Puig, y el director de Desarrollo de la Comunidad, Luis Acosta Moreta, entre otros.
