Incapacidad o complicidad gubernamental

Incapacidad o complicidad gubernamental

EUSEBIO RIVERA Y ALMODOVAR
Yo vivía fantasías reconfortantes y esperanzadoras cuando en mis años de infancia leía la forma en que los héroes de las tiras cómicas y las series de televisión defendían y ayudaban a los ciudadanos indefensos maltratados por las injusticias de los malvados. Creía, en mi inocencia infantil, que habría en la realidad «supermanes», «cuatro fantásticos», «batmanes», «llaneros solitarios» y «mujeres maravillas» que podrían ayudar a los inocentes y los débiles.

En la adolescencia aprendí que esos «héroes» estaban representados en nuestra sociedad por los funcionarios de diferentes poderes del estado y que se llamaban fiscales, jueces, gobernadores y legisladores que tenían a un «gran jefe» o héroe máximo llamado presidente de la República, pero en la adultez quedé desilusionado frente a la gran realidad de que muchos de esos héroes son realmente verdaderos villanos.

He aquí dos ejemplos personales de la cruda realidad:

Primer caso: Desde noviembre del año 2003 he estado reclamando al Banco de Reservas por un cargo o débito a mi cuenta de ahorros y luego de varios contactos directos y por escrito con dicho banco no tuve respuesta convincente; recurrí a la Superintendencia de Bancos y recibí de esa institución una respuesta más absurda que la del banco y hasta el presente no he recibido contestación a mi última comunicación de fecha 22 de septiembre del 2004 hecha directamente al Superintendente, quien debía ser mi héroe defensor.

Segundo caso: A mi regalía pascual (llamada correctamente sueldo número 13) como médico de Salud Pública le descontaron en forma abusiva e ilegal aproximadamente un 30%, cosa que también hicieron con miles de colegas en todo el país que indignados preguntaban qué pasó y creíamos que en el próximo pago la distorsión sería corregida, lo cual no fue hecho basándose en un argumento insostenible legalmente porque supuestamente esos descuentos correspondían a «incentivos» salariales que no deben ser incluidos en la regalía, falsedad maliciosa puesto que los incentivos por antigüedad previamente aplicados conforme a la Ley son intocables formando parte del salario real ya que la antigüedad en el servicio no se pierde porque haya un cambio de gobierno o de partido en el poder.

Banco de Reservas (depositario de los dineros del Estado) y parecería que los tribunales no serían un buen recurso para iniciar un proceso judicial contra la Secretaría de Salud Pública por la devolución del dinero retenido en forma incorrecta e ilegal, pues, en buen dominicano, saldría más cara la sal que el chivo.

¿A dónde acude el ciudadano indefenso y maltratado por el gobierno o una de sus instituciones si no hay refugio confiable?. La conclusión es que todos son cómplices o son incapaces de actuar con sentido de equidad y justicia, dejando a la gente común el tenue consuelo de hacer catarsis mental cada cuatro años votando para cambiar a un grupo de bandidos por otro grupo de delincuentes porque los héroes justicieros se quitaron sus disfraces y andan en busca de «lo suyo» en lo ejecutivo, lo legislativo o lo judicial.

¡Que Dios nos ampare!…

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