Incendio en cárcel juvenil de El Salvador deja al menos 16 reclusos muertos

Incendio en cárcel juvenil de El Salvador deja al menos 16 reclusos muertos

San Salvador, (AFP) – Un voraz incendio se desató este miércoles en una cárcel juvenil de El Salvador en la que están recluidos muchos pandilleros, dejando un saldo preliminar de 16 reclusos muertos y 22 heridos.  

El fuego en el Centro de Readaptación de Menores de Ilobasco, 75 km al noreste de San Salvador, comenzó después del amanecer aparentemente por un cortocircuito, semanas después de que organismos internacionales de derechos humanos y la Iglesia Católica criticaran las «deplorables» condiciones de las hacinadas cárceles salvadoreñas.  

«En el interior del centro se vivió un momento de confusión y angustia, los internos gritaban desesperadamente pidiendo ayuda, pero el ingreso no lo hicimos de inmediato porque debimos coordinar con la seguridad», declaró a la AFP el socorrista Carlos Fuentes, de los Comandos de Salvamento.   

«Nunca en mi vida había visto tanta angustia por el fuego, el intenso humo y por el grave estado de los que sobrevivieron, muchos estaban inconscientes», agregó.   El pabellón incendiado contaba con 42 reclusos, 16 de los cuales murieron, 22 resultaron con quemaduras y fueron hospitalizados, y solo cuatro salieron ilesos, dijeron las autoridades.  

El Centro de Readaptación incendiado es un penal «intermedio» donde purgan sus condenas presos juveniles que han cumplido recientemente 18 años de edad. La mayoría de sus 93 reclusos pertenecen a la temida Mara-18, una de las pandillas violentas que operan en El Salvador.  

La ciudad de Ilobasco, de 61.000 habitantes, fue alertada de la tragedia por el intenso ulular de las ambulancias de los Comandos de Salvamento, y los vehículos de la Policía y los bomberos. Estos últimos tardaron unos 40 minutos en llegar a combatir el fuego desde la vecina ciudad de Sensuntepeque.   Familiares de los reclusos se agolparon frente al penal, detrás de una cinta policial amarilla y bajo un fuerte sol, y mientras unos lloraban otros lanzaban insultos a los funcionarios penitenciarios.  

«Dios mío que ha pasado con mi hijo», exclamó una angustiada madre, antes de ser auxiliada por los socorristas.  

El procurador de los Derechos Humanos, Oscar Luna, anunció una investigación y criticó la tardía reacción de los custodios del penal y los bomberos.   «Creo que la reacción no fue oportuna, no fue oportuna de quien pudo haber llegado a abrir los candados y sacar a la gente, ni tampoco fue oportuna la llegada de un cuerpo de bomberos», dijo Luna, quien acudió a la cárcel.  

«Vamos a hacer la investigación pertinente para emitir una resolución oportuna estableciendo la responsabilidad por violación al derecho a la vida, el derecho a la seguridad, el derecho a la salud de estas personas», subrayó.  

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, criticó el pasado 20 de octubre las condiciones «deplorables» e insalubres de las cárceles en El Salvador, que están sobrepobladas, tras una visita que realizara poco antes.  

Las cárceles salvadoreñas tienen capacidad para 8.110 personas, pero albergan a más de 24.000 presos, lo que significa «un índice de superpoblación penitenciaria de más del 300%», señaló la CIDH en esa ocasión.  

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