Creo que soy -porque me causa dolor- de las personas que  puede hablar o escribir con propiedad de ese pueblo encantador que se denomina Las Terrenas, en la provincia de Samaná.  En primer lugar, por haber poseído una casa en Playa Bonita; haber construido varias obras de infraestructura y, asimismo, por haber presidido la Asociación para el Desarrollo y Protección de Las Terrenas y El Limón (ADEPROTELI), por un lapso de ocho años.

El incendio ocurrido en el llamado Pueblo de Los Pescadores, la madrugada del domingo 6 del mes que discurre, era una tragedia previsible por el grado de hacinamiento que existía entre los dieciséis pequeños negocios, entre restaurantes y galerías de artes y productos artesanales, construidos sobre materiales altamente inflamables; como es la madera rústica y la cobija de techos con pencas de cana.  Al parecer, su origen estuvo en la explosión de un cilindro de gas que debido al grado de erosión por la cercanía del mar y su salitre, causó una llamarada que rápidamente se extendió a los establecimientos contiguos.  El fuego se propagó con tal rapidez, que inclusive creemos, que aunque hubiese un camión de bomberos en la vecindad, debido a la corriente de aire marino que azota continuamente, muy poco se hubiese salvado.

Un primer gran aviso de que una tragedia por siniestro podría ocurrir, sucedió cuando hace unos meses el club de playa del complejo Balcones del Atlántico se incendió y el material rústico consistente en madera y penca de cana, se consumió en cuestión de pocas horas.  Por igual, en esa ocasión la falta de un coche bomba se hizo patente.  Ante esta apremiante situación, las autoridades edilicias del Municipio procedieron a solicitar en donación un camión contra incendio a una entidad en España y esta es la fecha en que todavía el mismo se encuentra en la Madre Patria.  Sin embargo, el Alcalde había solicitado doscientos mil pesos para sacar el mismo de la Aduana, sin que el mismo se encontrare en el país.

 Es inconcebible, además, que el Ministerio de Interior y Policía, retenga a la Liga Municipal Dominicana, la partida de 144 millones de pesos de fondos asignados para la adquisición y distribución de camiones y equipos para la extinción de incendios.  Al parecer, esta dependencia gubernamental no ha hecho una evaluación de la carencia de esta dotación en un gran número de municipios, incluyendo varios con características para vacacionar.

Las Terrenas es una comunidad eminentemente turística en donde las propiedades se venden a precios astronómicos, dependiendo de su ubicación. 

No obstante, la falta de liderazgo, visión, profesionalidad y falta de seguridad jurídica, tanto de la mayoría de los antiguos síndicos hoy alcaldes y sus regidores, mantienen ese cabildo en un estado primitivo de desarrollo, el cual hasta hace poco, carecía de las facilidades modernas con la que debe contar una comunidad pujante que depende casi enteramente del turismo.

Si bien es cierto que las edificaciones del Pueblo de Pescadores violaban todas las leyes ambientales y de construcción, no es menos cierto que el mismo constituía una atracción y el lugar por excelencia frecuentado, tanto por los extranjeros residentes, como por los dominicanos que podían apreciar y degustar un arte culinario superior a la mayoría de los establecimientos nacionales, ya que allí se concentraban especialistas en platos gourmet  que sólo se pueden disfrutar en los hoteles de lujo o en restaurantes del mismo estilo en el exterior.

Debemos aplaudir el gesto del Ministerio de Turismo en reedificar lo más pronto posible este paradisíaco lugar, ya que no sólo perdieron los propietarios sus pertenencias, también la población más de doscientos empleos directos y otros cien indirectamente, entre motoconchistas, taxistas, vendedores de viandas y legumbres; así como de pescados y carnes, quedando prácticamente sin medios de subsistencia.  Expresamos nuestra solidaridad con aquellos que perdieron esfuerzos, dedicación y recursos, augurando que cuando esté lista la restauración prometida, se encuentre presto a dar servicio el carro de bomberos, para evitar de nuevo otra tragedia similar.