MADRID .— Los incendios forestales en Portugal y España han dejado al menos 31 muertos, decenas de heridos y un número indeterminado de desaparecidos desde el fin de semana debido a condiciones climáticas inusuales, informaron las autoridades el lunes.
Funcionarios en ambos países dijeron que los fuertes vientos del huracán Ophelia en el Atlántico y las elevadas temperaturas azuzaron los incendios, pero los investigadores también enfocaban su atención en la posibilidad de que hayan sido provocados.
Veintisiete de las víctimas fallecieron en Portugal, en partes boscosas del centro y norte del país, después de que las llamas comenzaran por circunstancias climáticas “excepcionales”, dijo Patricia Gaspar, portavoz de la Agencia de Protección Civil. Se trata de la segunda ola de incendios mortales en este país en cuatro meses.
Gaspar dijo que la situación todavía es crítica debido a las temperaturas anormalmente altas para la época. Sin embargo, se aproximan días más húmedos, lo que podría dar un respiro a los bomberos.
La funcionaria agregó que Portugal hay al menos 51 heridos _15 de ellos de gravedad_ y un número indeterminado de desaparecidos. La prensa lusa reportó que había 31 fallecidos, pero la cifra no pudo verificarse con Protección Civil.
Portugal se ha visto particularmente afectado por los incendios este año, incluso uno que dejó 64 muertos en junio. Una investigación independiente dada a conocer la semana pasada reveló que en esa ocasión las autoridades no desalojaron los poblados a tiempo. Las llamas destruyeron unas 29.000 hectáreas (casi 72.000 acres).
Una sequía prolongada y temperaturas de más de 30 grados centígrados (86º F) a mediados de octubre han alimentado los incendios.
Cruzando la frontera, en la región de Galicia, en el noroeste de España, cuatro personas murieron, dos de ellas atrapadas en un vehículo, como resultado de los 105 incendios que amenazan áreas habitadas y que han obligado a miles de personas a evacuar sus hogares, informaron las autoridades.
El presidente regional Alberto Núñez Feijóo dijo que “Galicia está harta de verse atacada por incendiarios que se valen de las condiciones meteorológicas” y agregó que existe la “intención de hacer daño en los lugares de mayor impacto, incluso zonas urbanas y periurbanas”.
Agregó que 15 de los incendios amenazan varias localidades y que 90% de los siniestros reportados cada año en Galicia son intencionales.
“Toda Galicia llora esta mañana al ver nuestros montes calcinados, pero sobre todo por las pérdidas de las vidas humanas”, afirmó Núñez.
Muchos de los incendios estaban cerca de zonas habitadas. Las escuelas cerraron el lunes y 20 aviones se unieron a 350 unidades de bomberos que combaten las llamas. Se espera que un poco de lluvia ayude a extinguir el fuego.
El presidente del gobierno español Mariano Rajoy, quien es de Galicia, viajó a la región el lunes y visitó un centro de socorro.