Quito.- La incertidumbre reina en el panorama electoral ecuatoriano a cuatro meses de los comicios en los que se designará al sucesor de Rafael Correa, en el poder desde 2007 y el gran ausente en la papeleta electoral luego de ganar durante la última década toda elección en la que se ha presentado.
Aunque históricamente la indecisión ha sido la tónica a pocos meses de las elecciones, la actual tasa del 52 por ciento, revelada por la firma Cedatos, es, en palabras de su director ejecutivo, Polibio Córdova, “la mayor observada” desde 1978.
La cifra se reveló en momentos en los que algunos partidos y movimientos políticos ultiman alianzas para inscribir candidaturas, en tanto otras organizaciones, como la oficialista Alianza País (AP), ya tienen definido su binomio presidencial.
Al menos hasta el momento, desde AP no se ha dado a conocer un liderazgo tan grande como el que ha ostentado Correa en los últimos años, pese a lo cual, su candidato lidera las intenciones de voto, según la encuesta de Cedatos, que da al exvicepresidente Lenín Moreno el 37 por ciento.
De lejos, con un 20 por ciento, aparece el exbanquero Guillermo Lasso, líder del movimiento CREO, la mayor fuerza de oposición en la Asamblea Nacional (Parlamento), liderada por el oficialismo.
Aunque aún no se han inscrito las candidaturas y, por lo tanto, tampoco ha arrancado oficialmente la campaña electoral, Moreno, Lasso y otros políticos que quieren llegar al palacio presidencial de Carondelet, han ofrecido pinceladas de lo que sería su eventual Gobierno.
Quizá por esa falta de difusión de planes de gobierno, por el hecho de que aún no se conformen todos los binomios, por el desencanto hacia los políticos y porque la población está más concentrada en buscar soluciones a sus problemas económicos, los niveles de indecisión actuales resultan elevados.
La incertidumbre se acrecienta ante los anuncios generalizados que lanzan los políticos durante la precampaña electoral, que algunos creen mas cargados de populismo que de posibilidades reales de concretarse.