Gran incertidumbre reina en la vecina nación de Haití, luego de que el primer ministro, Ariel Henry, anunciara su dimisión, a través de un vídeo publicado en redes sociales la madrugada del martes, tras la presión ejercida por pandillas que mantenían el territorio en total caos y desorden.

De acuerdo a reportes de medios internacionales, una calma precaria imperaba ayer en Puerto Príncipe, aunque de acuerdo a lo informado se escucharon disparos en algunos barrios.

La renuncia del primer ministro se produjo después de que líderes regionales (Comunidad del Caribe- Caricom) y enviados especiales de Estados Unidos, Francia, Canadá y las Naciones Unidas celebraran una reunión de emergencia en Kingston, capital de Jamaica para discutir soluciones a la inestable situación haitiana.

La inseguridad llevó al ministerio francés de Relaciones Exteriores a disponer la evacuación de su personal no esencial, un día después de que la Unión Europea sacara a todos sus empleados.

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Ante la amenaza constante de los grupos criminales, el país más pobre de América sufre una grave crisis humanitaria.

La posición de Henry, en el poder era cada vez más frágil desde principios de marzo, cuando las principales bandas armadas se aliaron para exigir su renuncia y hundir al país en la violencia más despiadada.

Su mandato había expirado el 7 de febrero pasado, pero hizo un acuerdo con la oposición y pospuso aún más la convocatoria de elecciones. No se realizan comicios desde 2016.

A la mayor brevedad posible asumirá el poder un consejo presidencial de transición compuesto por siete miembros que representarán a los mayores partidos políticos, a la sociedad civil y al sector privado.

El líder principal de los grupos criminales, Jimmy Chérizier (Barbecue), habría expresado, el pasado lunes, en un vídeo publicado antes de la renuncia de Ariel Henry que no tenía intención de respetar a un gobierno decidido fuera del país.