GINEBRA (AFP).- A pocas horas de la votación el jueves en Ginebra de una resolución sobre Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, la mayoría de los diplomáticos de los 11 países latinoamericanos que integran ese cuerpo, compuesto en total por 53 Estados, coincidieron este miércoles en que aún aguardaban instrucciones de sus capitales para definir la postura que adoptarán.

Al margen de Cuba, que se opondrá a la resolución, los países que han comprometido su apoyo a la condena son Perú, Guatemala y Costa Rica, además de Honduras, que presentó el documento. Aún resta saber la postura de Paraguay, Chile, República Dominicana y México, sabiéndose desde hace varias semanas que Argentina y Brasil se abstendrán.

El texto elaborado por Honduras se limita a pedirle a las autoridades cubanas que cooperen con los mecanismos de Naciones Unidas para mejorar la situación de los derechos y libertades en la isla, rogándoles que no adopten «medidas que pudieran amenazar los derechos fundamentales, la libertad de expresión y el derecho a un debido proceso de sus ciudadanos».

El documento lamenta además las «condenas a disidentes políticos y periodistas», ocurridas el año pasado, y expresa la esperanza que el gobierno de Cuba refuerce la libertad religiosa y facilite «la transición hacia el establecimiento de un dialogo fructífero con todas las corrientes de pensamiento y grupos políticos organizados de su sociedad».

Con el objeto de «promover el desarrollo pleno de las instituciones democráticas y de las libertades públicas», el proyecto presentado por Honduras exhorta a Cuba a colaborar con la jurista francesa, Christine Chanet, representante del Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos, la cual no pudo entrar a la isla a recabar información y dialogar con el gobierno.

Algunos diplomáticos latinoamericanos, que pidieron no dar a conocer su identidad, critican el documento, ya que incorpora alegaciones sobre la libertad de religión, aspecto sobre el que la jurista Chanet dice que hay avances.

En cambio, otros diplomáticos reclaman un contenido más duro, «porque toda la situación empeora y Cuba no puede esgrimir que atiende mejor que sus vecinos las necesidades básicas de la gente».

Por otra parte, sobre la reunión de Ginebra también planea el fantasma de hipotéticas represalias que podría tomar Cuba contra algunos gobiernos si la resolución es adoptada.

En ese sentido, fuentes mexicanas manifestaron el temor de que se vea obstaculizada la extradición del empresario Carlos Ahumada, detenido en Cuba y acusado de corrupción en México.