Incertidumbres externas en 2019

Incertidumbres externas en 2019

El consenso es que la economía mundial crecerá menos en 2019. El año se inició con los mercados financieros en plena turbulencia y los inversores nerviosos anticipando recesión global. Les sobran razones: el índice de producción industrial de Estados Unidos cayó 54.1 puntos en diciembre; desaceleración China; volatilidad del petróleo; tensiones políticas en Washington; y Trump con un estilo destructivo de instituciones y tratados multilaterales que soportan el mundo desde 1945.
Para los organismos internacionales la economía mundial está en transición, de un fuerte crecimiento por efecto rebote tras la crisis de 2008 a una fase más madura.
Mi opinión es que, sin importar la explicación, el desafío para nuestra economía son las incertidumbres externas, lo saben las autoridades, por eso plantean un pronóstico conservador de 5% para el año, no obstante la economía haber encadenado un promedio anual por encima de 6% en los últimos seis años. Y que el consumo de las familias y la inversión privada seguirán siendo los motores sobre los que se asentara la expansión.
Aunque el crecimiento moderado es consistente con el ciclo que se hace más maduro, lo que implica pérdida de velocidad del crecimiento, la expansión se mantendrá sobre su potencial. Como dije, impulsado por la inversión privada y el consumo de las familias, favorecidos ambos por la estabilidad de la política fiscal y monetaria, y el desplome de los combustibles, sabiendo que cuando suben encarece mucho los productos de la canasta con caída de la renta disponible.
Aunque se está en el año pre-electoral, pienso que el gasto público no se desbordará, hay consciencia de que soplan vientos externos desfavorables, un panorama imprevisible. A las amenazas externas no puede añadirse un desequilibrio mayor en las finanzas públicas, mucho es lo que está en juego.
Se cuenta, además, con la demostrada eficiencia recaudadora de la DGII, continuará su ruta de trabajo que debemos apoyar, reduciendo la evasión del ITBIS y la del Impuesto Sobre la Renta. Recaudará lo presupuestado, RD$490,545,0 millones, el 71% del total de ingresos (RD$ 689,930.5 millones) corrientes.
En suma, no obstante un menor crecimiento de la demanda externa por las incertidumbres externas, nuestra economía continuará progresando a un ritmo sostenido y superando la región, pudiendo crear empleos como 2018 cuando, a la espera de la Encuesta de Población Activa para conocer los detalles, se adicionaron 160.000 empleos anualizados, por encima del promedio de 122,000 empleos periodo 2013-2017.
Los salarios deben aumentar privilegiando el quintil más pobre. Dos hechos lo favorecen. Uno, la tendencia hacia la baja del Índice de Precios al Consumidor por la brusca caída de los combustibles. Y dos, no obstante los efectos negativos de las incertidumbres externas, como debe ser bailan pegaos la inflación y la depreciación del peso.
Para que no se separen es esencial preservar la estabilidad del cuadro macroeconómico. Sabiendo que la principal amenaza de nuestra economía es la vulnerabilidad a perturbaciones externas, a final de año el Banco Central evaluó datos reales y proyecciones, encontrándolos sólidos y sin motivos para cambiar el curso de la política monetaria. Como no existen amenazas que contrarrestar de presiones inflacionarias y despreciadora del peso, mantuvo en 5.50% el costo del dinero; es decir, donde ha estado desde julio del 2018.

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