Incesante el flujo financiero chino hacia América Latina y el Caribe

Incesante el flujo financiero chino hacia América Latina y el Caribe

En mi entrega anterior me comprometí a seguir abordando la extraordinaria presencia financiera china debido a la imposibilidad de abordarlo en un solo trabajo. Lo dejé todo listo y si me hubiera concentrado en escribir sobre lo identificado hasta ese momento hubiera dejado fuera una de las operaciones más espectaculares de todos los tiempos efectuada hace apenas tres días: el acuerdo de inversión por 50 mil millones de dólares firmado entre China y Brasil. El acuerdo no podía llegar en un mejor momento para el gobierno carioca enfrentado a serios problemas internos y, con toda seguridad, habrá de volcar la visión y expectativas de internos y externos sobre las perspectivas de corto plazo de esa economía. Es lógico, porque al decir de un connotado miembro de la Cámara Brasil – China este último país “tiene lo que más necesita Brasil: dinero”.

Lo cierto es que China llega siempre a tiempo cuando sus socios latinoamericanos y caribeños se encuentran en situaciones difíciles y sin rebuscar mucho ni poner condicionamientos les ha dado un aire. Así lo ha hecho, además, en Argentina, Cuba y Venezuela. No ha dado la espalda cuando se le ha necesitado ofreciéndoles una especie de ventanilla crediticia de última instancia.

Con esa extraordinaria inyección en Brasil se van a financiar obras de infraestructura de gran impacto como el ferrocarril desde la costa Atlántica brasileña hasta el Pacífico peruano – se espera que toque a Bolivia, aliviando la mediterraneidad de esa nación andina – con ello se facilitarán las exportaciones hacia China. Se iniciará la producción conjunta de acero en Brasil; se comprará parte del banco brasileño BBM y China comprará 20 aviones de Brasil. Ya en abril había suministrado recursos financieros frescos para aliviar la situación de PETROBRAS. Mientras que haya petróleo y otros recursos naturales para pagar no hay mayor problema. Compañías estatales chinas están presentes en la extracción de hidrocarburos en Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador, Perú y Venezuela. Un consorcio chino adquirió la mina de cobre peruana de Las Bambas, una operación que significó la de mayor monto en la historia del Perú, con lo cual China elevó su presencia en la minería peruana a 19 mil millones de dólares. Según estimaciones en 2014 China ya controlaba el 33% del sector en Perú. Con Cuba ha firmado decenas de acuerdos para inversiones en infraestructura, estudios en biotecnología, energía y hasta cooperación en ciberespacio.

Aunque difícil de contabilizar todas las inversiones, por el recorrido que a veces hacen, se calculaba en 2013 unas inversiones directas globales por 206, 874 millones de dólares. En verdad, la región ha recibido solo el 4.1%, de esas inversiones directas, según CEPAL pero según el Presidente chino eso va a cambiar dedicando en los próximos 10 años 250 mil millones.

Recordemos que de 2000-2013 el intercambio comercial se incrementó en 22 veces alcanzando 275 mil millones y estimándose se duplicará en 10 años.

Aprendamos mandarín. No lo digo en broma.

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