POR FRANKLIN GUERRERO Y ELÍAS RUIZ MATUK
Disparos de escopetas que provocaron que huyera el chofer del carro fúnebre que llevaba el cadáver de David Morfa Pujols interrumpió ayer el sepelio que era fuertemente custodiado por agentes policiales que lo llevaron hasta el cementerio Cristo Salvador, en San Isidro.

Por lo menos dos jóvenes fueron apresados por la Policía, al  final del entierro.

A Mofa Pujols se le atribuye que era primo de Vladimir Pujols Pujols, apodado Vla, pero sus familiares lo negaron. A Vla las autoridades le atribuyen el asesinato de varias personas en Azua, entre ellos el periodista Juan Andujar, además de narcotráfico y asaltos.

El incidente se produjo cuando Ángel Morfa, padre del joven asesinado la noche del sábado en la avenida España, se detuvo en el destacamento de Invivienda para gestionar que entregaran a otro de sus hijos que fue detenido el pasado fin de semana, cuando participaba en desórdenes en el hospital Darío Contreras, en momentos en que estaba allí su hermano muerto.

El entierro partió a las 10:00 de la mañana desde la residencia de la familia Morfa Pujols en la calle Respaldo Calle Oriente, de Los Mameyes, en Santo Domingo Este.

El carro fúnebre era seguido de dos autobuses y cerca de seis vehículos de familiares y amigos.

El cortejo tomó las calle Cuarta de Los Mameyes, Eduardo Brito, avenida España y Charles de Gaulle,  y se detuvo a esperar los trámites que hacía el señor Morfa en el destacamento policial de Invivienda.

Los familiares y amigos de Morfa Pujols, tenían la intención de desviar el carro fúnebre hacia el destacamento policial, parta presionar la liberación de Willy Morfa Pujols.

Los agentes al ver el cortejo detenido comenzaron a disparar tiros al aire y lanzaron gases lacrimógenos. Ante estos disparos el conductor del carro fúnebre huyó al igual que los familiares que se encontraban en los autobuses.

La joven Nilda Morfa Pujols, hermana de la víctima, se hincó de rodillas y pidió a los agentes policiales que dejaran de disparar y permitieran que su hermano fuera enterrado dignamente.

Los disparos cesaron entonces y el joven fue puesto en libertad por orden del coronel Rinnel Lozada Montás, comandante de Santo Domingo Oriental. El cortejo fúnebre continuó, luego que se resolvió un problema un desperfecto mecánico que tuvo el vehículo que llevaba el ataúd.  Aunque llegó a las 11:15 de la mañana al cementerio Cristo Salvador no fue hasta la 1:40 de la tarde cuando fue sepultado debido a inconvenientes de espacio en el cementerio.

Reporteros de este diario observaron que en cada intersección por donde cruzaba el cortejo fúnebre, tropas policiales detenían el tránsito contrario, para facilitar el paso.

Algunos hermanos del difunto, antes de que el vehículo ingresara al cementerio, abrieron la parte trasera del carro fúnebre y se introdujeron en el espacio dispuesto para el ataúd, desde donde expresaban sus protestas por lo que consideraron una muerte causada por la  Policía y acusaron de negligentes a los médicos del hospital Doctor Darío Contreras.

Al pronunciar el panegírico Morfa dio gracia a los presentes y a la prensa por haberle apoyado y acompañado.