Esa suma incluye entrenamiento y asesoramiento por 6 meses y mercadeo, según Fundejur
La puesta en marcha de los micro emprendimientos permitirá ampliar las oportunidades de generación de ingresos directamente de alrededor de 26 jóvenes y sus familias y a cerca de 100 personas del municipio de Enriquillo y del distrito municipal de Bahoruco, en la provincia de Barahona. Además se contempla ampliar a 10 participantes por grupo de capacitación por proyecto.
Para incorporar a un joven a la producción agrícola o pecuaria se requiere de una inversión institucional de aproximadamente RD$100,000, si tiene la tierra o infraestructura para implementar su proyecto.
El cálculo lo hizo la Fundación Nacional para el Desarrollo de la Juventud Rural (Fundejur), que realizó el proyecto Sembrando Mis Sueños, financiado por Plan Internacional con RD$ 2,620,480.18. Participaron 28 jóvenes del Sur que fueron capacitados a nivel técnico en las áreas correspondientes de emprendimiento: miel, queso, vivero de plantas, germinación, plantas ornamentales y eco ruta, al finalizar seis meses de implementación.
Se instalaron y se pusieron en funcionamiento operativo cinco emprendimientos bajo criterios de buenas prácticas para mitigar el daño al medio ambiente, al finalizar los 6 meses de implementación, explicó el director ejecutivo de Fundejur, Juan Sánchez.
Dijo que se instalaron un germinador de plantas y vivero con capacidad para 20,000 plantas, en Los Blancos y en el que participan 6 jóvenes; un germinador de plantas y vivero, en Bahoruco, con igual capacidad, donde participan 8 jóvenes; un apiario de 30 cajas para producir miel, en El Bejucal, con participación de 6 jóvenes, todas mujeres, y una procesadora de leche, en Los Blancos, y participaron 8 jóvenes.
Su objetivo fue proveer a jóvenes de comunidades rurales en situación de riesgo, la oportunidad de aprovechar de manera sostenible sus medios de vida y mejorar su situación socioeconómica, así como ampliar las oportunidades de generación de ingresos de jóvenes, en especial mujeres, desarrollando opciones agro-productivas mediante uso de buenas prácticas que mitiguen el daño al medio ambiente.
Sánchez señaló que a los 4 meses de instalados los proyectos, los jóvenes tenían las habilidades para administrar, promover y mercadear sus productos.