¿Será cierto que “un enfoque específico no alcanza para comprender a los seres humanos, y que si el hombre fuera previsible su futuro estaría totalmente determinado, y no habría aliciente para hacer nada y en él no podría influir ninguna acción humana”?
Independientemente de que reconozcamos la variabilidad de las conductas como la resultante de dos componentes: las variaciones previsibles y las imprevisibles, pienso que si admitiéramos que somos totalmente imprevisible, no encontraríamos base racional para ninguna decisión y tampoco habría motivos para hacer algo, y en realidad ninguno de estos extremos tiene sentido.
De manera, que debemos lograr una sinergia entre estos pensamientos.
Aquí, es donde entran las Estadísticas. Las mismas siempre ha desempeñado un papel importante en la Psicología prácticamente desde sus inicios y, sobre todo, desde que surgió el método experimental. No obstante, lo cierto es que no siempre se ha aplicado correctamente y muchos psicólogos aún no comprendemos su importancia al afirmar que los fenómenos psíquicos no se pueden medir y mucho menos reducir a simples números.
Sin embargo, si vemos las estadísticas bajo sus fundamentos en la Ciencia Matemática, podemos incorporar una forma singular de pensamiento que nos proporciona métodos de enorme aplicabilidad. Asimilaríamos conjugados armónicamente sobre los aspectos formativos e instrumentales. Y con formativa me refiero a todo cuanto desarrolla una forma especial de pensamiento, y sería instrumental por cuanto proporciona herramientas de trabajo.
Por lo cual, los fenómenos psíquicos son susceptibles de medición sin que por ello se pierda la riqueza que aporta la individualidad. De hecho, en la actualidad para poder publicar en las revistas científicas de prestigio no basta con tener un buen diseño experimental, también es importante que el estudio esté respaldado por un análisis estadístico serio. Por eso en la mayoría de las facultades de Psicología se imparte la asignatura de Estadística Aplicada a las Ciencias Sociales.
Las estadísticas son útiles para el psicólogo que desea describir un grupo en términos de las variables que interesan en función de un objetivo planteado, puesto que brindan algunas maneras de resumir y destacar información útil. Puesto que observamos la conducta humana y sobre la base de nuestras observaciones llegamos a las conclusiones sobre los individuos o los grupos, y nos ayuda a sistematizar esas observaciones para que resulten útiles para obtener la información necesaria.
La probabilidad y la estadística son usadas, por un lado, como forma de obtener, interpretar y generalizar los datos, y por el otro, para poder predecir de ahí mismo ciertos eventos futuros. Esto se puede observar claramente en el hecho de la utilización de la encuesta, los estudios correlacionales y los estudios de casos como métodos de investigación. La encuesta sirve para obtener datos que se usen para recopilar información de una muestra representativa de una población, mientras que los estudios correlacionales buscan la relación que puede haber entre dos variables, que no necesariamente son causa una de la otra.
Nos resultaría muy útil para validar y comparar técnicas de diagnóstico, de evaluación, de intervención, de orientación, educativas o terapéuticas, y estos métodos nos los proporcionan las estadísticas.