El salario mínimo es precario y deficitario, según los niveles de inflación
Un indicador del nivel de vida está relacionado con el salario mínimo y, a su vez, las posibilidades de que el mismo pueda suplir las necesidades básicas de los asalariados y consumidores, lo vincula también un derecho fundamental.
Cuando nos preguntan fuera del país cuál es el salario mínimo de los dominicanos tenemos que calcularlo en dólares; en este momento el alza salarial le subió entre 7 y 8 dólares el mínimo, es decir, 207-208 dólares que es lo más cercano a los 11 mil novecientos pesos que fijó el Comité Nacional de Salarios el miércoles 14 de julio en curso. Un incremento real de 877.50 pesos.
El salario mínimo anterior era de 10,730 pesos, menos de 200 dólares a la tasa actual. Debemos destacar que los precios de la canasta familiar en nuestro país nunca han estado al nivel de los salarios, lo cual vulnera la posibilidad de la seguridad alimentaria de una gran parte de la población, partiendo de que la alimentación es el gasto primario.
El costo promedio de la canasta familiar hasta junio pasado era de 38,419 pesos, lo que deja un déficit de más de 26 mil pesos, y para suplirla las familias deben hacer malabares en medio de una inflación de un 11% alcanzada en el último año según el Banco Central.
Los niveles de inflación alcanzados, donde el precio de la canasta familiar se ha incrementado en cerca de un 50%, deja muy chiquito el incremento salarial, el cual esperábamos que fuera la panacea para contrarrestar los efectos del alza de los precios generados por el incremento de las materias primas en el mercado internacional y factores internos como la especulación con algunos productos básicos.
Durante muchos años el salario mínimo ha oscilado entre 190 y 200 dólares, el cual sigue siendo muy bajo debido a que los precios en el país están prácticamente dolarizados. En muchos establecimientos hace tiempo que son publicados en la moneda extranjera.
El salario mínimo del país es precario y deficitario conforme a los niveles de inflación, el precio de la canasta aleja a una gran proporción de dominicanos de la seguridad alimentaria y de la satisfacción de sus necesidades básicas.
Cabe destacar que desde el 2018, a la canasta se le añadieron 94 nuevos artículos, por lo que la misma consta en estos momentos de 364 componentes entre los que figuran los servicios de televisión, internet, vivienda, mantenimiento de vivienda, gastos por servicios comunes y seguro médico.
La actual situación es propicia para medidas compensatorias que deben estar alineadas con la solidaridad, como sería otorgar bonos escolares, precios especiales para la compra de alimentos básicos, liberación de impuestos para los insumos escolares, entre otras medidas cónsonas con la responsabilidad social que es un compromiso de todos.