WASHINGTON (AP).– Una comisión del Congreso de Estados Unidos se reunió ayer, jueves, para analizar el escándalo del ex congresista republicano Mark Foley, cuyos mensajes eróticos a mensajeros adolescentes del Capitolio han desatado una tormenta en la bancada del presidente George W. Bush.

La Comisión de Etica también contemplaba evaluar las acusaciones contra el presidente de la Cámara de Representantes, Dennys Hastert, de no haber hecho lo suficiente para proteger a los becarios.

Apenas cinco semanas antes de las elecciones legislativas, el escándalo de Foley ha remecido al Partido Republicano, que no sólo se ha visto inmerso en un nuevo frente de batalla que podría acabar con su mayoría en el Congreso, sino que también ha generado enfrentamientos en su seno.

La comisión, conformada por igual número de demócratas y republicanos, aseguró al Chicago Tribune que los republicanos que piden su renuncia se están dejando manipular por los demócratas.  La renuncia del líder de la cámara baja «es exactamente lo que nuestros adversarios quieren’’, dijo Hastert respondiendo a si renunciaría ante las denuncias de que la dirigencia republicana intentó encubrir el escándalo.

Hastert denunció que los demócratas, con miras a las elecciones legislativas del 7 de noviembre, «ansían que yo me rinda y que otros se rindan para que ellos ganen el control de la cámara baja’’.

El escándalo de Foley, que renunció a su curul la semana pasada tras la revelación de los mensajes por parte de la cadena televisiva ABC, ha copado la atención de los medios de comunicación.

Dentro del Partido Republicanos, algunos de sus líderes han acusado a Hastert de no haber actuado debidamente. El ex jefe de gabinete de Foley, Kirk Fordham, dijo haber alertado hace varios años a líderes republicanos sobre el comportamiento de Foley, algo que estos últimos han negado.

Fordham le dijo a The Associated Press que cuando le hablaron de la conducta incorrecta de Foley con los mensajeros, tuvo «más de una conversación con el personal de mayor jerarquía de la Cámara de Representantes para pedir que intervinieran’’.

Algunos funcionarios republicanos, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que ciertos miembros del partido habían sopesado el pedirle a Hastert la renuncia.

El miércoles, el Departamento de Justicia ordenó a la dirigencia de la Cámara de Representantes guardar todas las evidencias relativas a los mensajes electrónicos enviados por Foley. Este paso es el primer indicio de lo que sería una investigación criminal.

Foley, de 52 años y soltero, dijo mediante su abogado a principios de semana que fue abusado sexualmente cuando era niño, que es homosexual y que está en rehabilitación por alcoholismo. El letrado David Roth aseguró que su cliente jamás ha sostenido relaciones con un menor.

Asume caso

WASHINGTON (AP).– El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Dennis Hastert, asumió ayer, jueves, la responsabilidad por los mensajes sexuales enviados por un congresista de su bancada a becarios adolescentes del Capitolio, un escándalo que ha golpeado las entrañas del Partido Republicano faltando cinco semanas para las elecciones legislativas.

A su vez, Hastert anunció ante la prensa que permanecerá en el cargo, pese a los numerosos pedidos de renuncia de personas que lo acusan de no haber hecho lo suficiente para proteger a los becarios.

«Siento mucho lo que ha sucedido y lo importante es que estamos asumiendo la responsabilidad’’, dijo Hastert sobre el escándalo desatado por el ex congresista Mark Foley, quien renunció la semana pasada cuando la cadena televisiva ABC divulgó algunos de los correos electrónicos que le envió a varios mensajeros.

Hastert se pronunció el mismo día en el que la Comisión de Etica de la Cámara de Representantes anunció el inicio de una amplia investigación sobre el asunto, en la que deberán comparecer docenas de personas, incluyendo varios legisladores y empleados del Congreso.

El presidente de la comisión, el republicano Doc Hastings, señaló que la investigación correrá a cargo de una flamante subcomisión. No respondió si Hastert era uno de los que debía comparecer.

Howard Berman, el demócrata de mayor jerarquía de la comisión _que tiene igual número de miembros de ambos partidos_, dijo que la investigación durará algunas semanas, «no meses’’.

Hastert aplaudió la decisión de la comisión y agregó que le pedirá a su abogado a que coopere con el panel hasta «llegar al fondo del asunto’’.

En un comunicado divulgado antes de su rueda de prensa, Hastert señaló que «cualquier persona que sea hallada culpable de conducta inapropiada que involucre contacto o comunicación sexual con un mensajero deberá renunciar de manera inmediata, será despedido o habrá una votación para su expulsión’’.

El escándalo de Foley ha remecido al Partido Republicano, que no sólo se ha visto inmerso en un nuevo frente de batalla que podría acabar con su mayoría en el Congreso, sino que también ha generado enfrentamientos en su seno.

Dentro del partido, algunos de sus líderes han acusado a Hastert de no haber actuado debidamente. El ex jefe de gabinete de Foley, Kirk Fordham, dijo haber alertado hace varios años a líderes republicanos sobre la conducta de Foley, algo que estos últimos han negado.

Fordham le dijo a The Associated Press que cuando le hablaron de la conducta incorrecta de Foley con los mensajeros, tuvo «más de una conversación con el personal de mayor jerarquía de la Cámara de Representantes para pedir que intervinieran’’.

Algunos funcionarios republicanos, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que ciertos miembros del partido habían sopesado el pedirle a Hastert la renuncia.

El miércoles, el Departamento de Justicia ordenó a la dirigencia de la Cámara de Representantes guardar todas las evidencias relativas a los mensajes electrónicos enviados por Foley. Este paso es el primer indicio de lo que sería una investigación criminal.

Foley, de 52 años y soltero, dijo a través su abogado a principios de semana que fue víctima de abuso sexualmente cuando era niño, que es homosexual y que está en rehabilitación por alcoholismo. El letrado David Roth aseguró que su cliente jamás ha sostenido relaciones con un menor.