Indagan qué desató fuego

Indagan qué desató fuego

San Juan. EFE. El gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, dijo ayer en conferencia de prensa que continúa abierta la investigación sobre la causa del incendio desatado la madrugada del pasado viernes en la refinería de la compañía Caribbean Petroleum Corporation (Copeco) de Cataño, a unos 10 kilómetros de San Juan.

Fortuño insistió en que es prematuro emitir una opinión en relación a qué motivo el incendio, causante de una gigantesca nube de humo todavía visible en todo el área metropolitana de San Juan.

El gobernador destacó que mantuvo una primera conversación con directivos de la compañía, tras insistir en que hasta que no se acceda al interior del recinto será imposible determinar la causa concreta de las explosiones y del consiguiente incendio.

Fortuño resaltó que todavía ayer el índice de calidad del aire era bueno, por lo que, de momento, no será necesario trasladar a la población de la zona, aunque un total de 530 vecinos del área permanecen acogidos en una instalación deportiva cercana por prevención. Sobre quién se hará responsable en términos financieros del desastre, apuntó tanto a la empresa como a agencias estatales y federales.

El jefe del Ejecutivo recordó que ha escrito al presidente estadounidense, Barack Obama, para informarle de que fueron declaradas zonas de desastre los cinco municipios colindantes a la refinería, para poder acceder a los correspondientes fondos federales establecidos para estas situaciones. La portavoz de la compañía, Frances Ríos, volvió a repetir ayer que Copeco no dará todavía una versión oficial de la causa del incendio, dado que no hay datos suficientes para elaborar un informe. El director local de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés), Luis Fraticelli, informó de que para ayudar en la investigación llegarán  a Puerto Rico desde los Estados Unidos 20 agentes de ese cuerpo policial.

La cifra

5 Tanques. Cinco de los 40 tanques de la refinería siguen encendidos mientras otros cuatro ya se consumieron, dijo el gobernador Luis Fortuño en conferencia de prensa.  “Los bomberos están enfocados en el enfriamiento de los tanques no afectados sin dejar de luchar con los que continúan encendidos”, agregó.

Zoom

Humo tóxico

En la jornada fue instalada una tubería de ocho pulgadas desde la Bahía de San Juan para sacar agua y utilizarla para mantener fríos los tanques que no se han incendiado.  Una de las mayores preocupaciones es el intenso humo tóxico que emana del lugar.  “Estamos monitoreando que el índice (del aire) sea bueno, es decir que se pueda respirar, pero si baja el penacho del humo y se dispersa se tornaría insalubre y afectaría a las comunidades porque es altamente tóxico”, explicó a la AP el portavoz de la Junta de Calidad Ambiental de Puerto Rico, Luis Antonio Ocasio.  Agregó que la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, en inglés) está también monitoreando tanto la calidad del aire como la del agua alrededor del sitio del incendio, donde aún el sábado se combatía las llamas, más de 24 horas después del estallido del siniestro.  “El flujo del viento del sureste era más liviano ayer sábado.

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