POR TANIA HIDALGO
El fiscal del Distrito Nacional, José Manuel Hernández Peguero, informó ayer unos 30 oficiales de la Policía y el Ejército, entre ellos generales, serán interrogados en relación al cargamento de 1,387 kilos de cocaína, decomisado el pasado 18 de diciembre por las autoridades de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y del ministerio público.

En tanto, Hernández Peguero pidió ayer a la jueza coordinadora de los Juzgados de la Instrucción del Distrito Nacional, Doris Josefina Pujols, revisar la medida de coerción impuesta al ex capitán Quirino Ernesto Paulino Castillo, de manera que se dispongan su permanencia en las celdas de la DNCD, en vez de la cárcel de Najayo, San Cristóbal.

«Hay una balanza que tenemos que sopesar. Por un lado, el desacato a la decisión judicial y, por otro, preservar la vida del inculpado. Yo me llevo de la segunda. Debemos entender que este es un caso muy especial», precisó el fiscal, tras esbozar las motivaciones para hacer tal solicitud.

El pasado martes, los abogados de Paulino Castillo, Carlos Balcácer, Freddy Castillo y Félix Damián Olivares interpusieron una demanda contra el fiscal, tras alegar que el funcionario judicial ha incurrido en desacato y abuso de autoridad, al no trasladar a su defendido a la cárcel de Najayo, San Cristóbal, tal como lo dispuso el juez interino del Primer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, Román Hiciano Berroa.

El fiscal Hernández Peguero hizo la solicitud, tras alegar que el pasado seis de enero, el director de Prisiones, general Juan de la Cruz Martínez, le informó que por razones de seguridad el inculpado debía permanecer en la sede de la DNCD. En ese sentido, pidió a la jueza Pujols una vista para revoque la sentencia que dispuso que se le envíe a Najayo.

Hernández Peguero agregó además que el ministerio público y la DNCD recibieron informaciones de entero crédito sobre diligencias y tramas para atentar contra la vida de Paulino Castillo, «muy principalmente luego que se contemplara la posibilidad de que éste sea extraditado a los Estados Unidos, lo cual nos ha impedido ejecutar la decisión judicial que ordena su encierro en la cárcel de Najayo».

En relación a los oficiales, cuyos nombres no fueron ofrecidos, el fiscal dijo que éstos no podrán salir del país sin la autorización de sus superiores.

No obstante, dijo que no hay impedimento formal de salida en su contra, ya que eso tendrá que decidirlo un juez de la instrucción cuando la fiscalía solicite medidas de coerción.

«No hay medidas de coerción contra los militares, pero para ellos salir del país tienen que pedir autorización a su jefe inmediato, los jefes de cada institución, pero eso es algo rutinario», indicó Hernández Peguero.

El fiscal dijo que hasta el momento las investigaciones en torno al alijo de cocaína no han arrojado vinculaciones con ex funcionarios del pasado gobierno.

En torno al vehículo Mercedes Benz que conducía el ex capitán Paulino Castillo al momento de ser apresado, el fiscal dijo que posiblemente el carro todavía esté a nombre del vicepresidente del Senado, senador César Augusto Matías Pérez, del opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD) por Valverde.

«Posiblemente el carro de Paulino Castillo todavía esté a nombre del senador César Augusto Matías, luego que probablemente vendiera la exoneración que le concediera el Senado», precisó.

El vehículo, modelo S500L, blanco, del año 2003, fue adquirido por el legislador mediante exoneración, según el certificado de propiedad expedido por la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).

De acuerdo con el documento oficial, el número de registro y placa del vehículo propiedad del congresista es AZ-1291, pero al momento de la detención de Paulino Castillo llevaba la chapa XX-3547.

CONTINUA HUELGA

En tanto, los abogados de Paulino Castillo manifestaron que su defendido continúa en huelga de hambre y que sólo ha ingerido agua.

Asimismo, vaticinaron que la solicitud del fiscal fracasará, tras indicar que ya existe una orden de prisión a la cárcel de Najayo.

«El fiscal está desacatando dos sentencias», enfatizó, Balcácer.