BUENOS AIRES. AP. La indagatoria judicial al vicepresidente Amado Boudou, el funcionario con peor imagen y segundo en la línea de sucesión, ha situado a la presidenta Cristina Fernández en uno de los momentos más vulnerables de su gestión.
“Varios funcionarios de este gobierno se han visto implicados en causas de corrupción, pero ahora se está involucrando al vicepresidente en funciones”, sin que haya antecedentes en Argentina de que un político de ese rango haya sido indagado, dijo a AP Patricio Giusto, de la consultora Diagnóstico Político.
Boudou, de 51 años, se presentó el lunes ante juez federal Ariel Lijo como sospechoso de adquirir de forma irregular en 2010, cuando era ministro de Economía en el primer mandato de Fernández, la imprenta de billetes de curso legal Ciccone Calcográfica con el fin de beneficiarse de jugosos contratos con el Estado.
El peor momento de Boudou salpica a la mandataria , señalaron analistas. La elección del economista como compañero de fórmula para los comicios generales de 2011 fue una decisión personal de Fernández.