CARACAS (AP).- A menos de dos semanas del referendo, las principales encuestadoras locales revelaron que el oficialismo y la oposición mantienen un equilibrio de fuerzas, y que los electores indecisos son los que definirán si se revoca o no el mandato del presidente Hugo Chávez.

   «Los dos actores están cercanos»», señaló el director de la firma privada Datanálisis, Luis Vicente León, quien refirió que según la última encuesta hecha por su empresa, para el 19 de julio, los sectores «duros»» del oficialismo y la oposición controlan una porción de votantes cercana al 30% cada uno.

   León dijo a la AP que la masa de electores «no alineados»», que de acuerdo a los cálculos de Datanálisis alcanza cerca del 40%, será «determinante»» en el referendo del 15 de agosto debido a que su voto definirá la contienda.

   Expresó que el grupo de indecisos es bastante heterogéneo debido a que está integrado por grupos pro oficialistas y pro opositores, y sectores que no se sienten identificados con ninguno de los bandos.

   Agregó que en el estrato más pobre, la denominada «clase D»», es donde se concentra la mayor porción de votantes «no alineados»».

   Sostuvo que la «capacidad de movilización»» que desplieguen ambos bandos para llevar a los electores indecisos hasta las mesas de votación el 15 de agosto «terminará por definir el juego»».

   «Cualquiera de los escenarios apretados es un escenario inestable desde el punto de vista político porque los dos grupos van a defenderse»», añadió.

   Alfredo Keller, presidente de la encuestadora privada Keller y Asociados, dijo que el equilibrio de fuerzas que hay entre los dos grupos, y la importante presencia de electores indecisos, han generado mucha «incertidumbre»» entorno al proceso.

   Keller refirió que en las investigaciones de campo que realizó en junio pasado encontró casos de «votantes ocultos»» en empresa públicas y barriadas pobres que manifestaron «temor»» a expresar su postura por miedo a «represalias laborales»» y a la «violencia»» política.

   Reconoció que es difícil cuantificarlos, pero no dudó en señalar que los «votantes ocultos»» también agregan dudas de cómo se comportará el electorado en el referendo.

   Magaly Contreras, una analista de crédito de 38 años, admitió que en la barriada del 23 de Enero, una de las pobres y populosas del oeste de la capital, algunos de sus habitantes tiene temor de expresar su afinidad política.

   «Hay mucha gente aquí en el 23 (de Enero) que sí les da miedo expresarse…por la violencia»», señaló.

   El diputado oficialista Willian Lara desestimó las evaluaciones de las encuestadoras privadas, y atribuyó los análisis a un «truco propagandístico»» de la oposición para tratar de «neutralizar»» los resultados de algunos estudios que «reflejan una clara y sólida victoria del presidente Chávez»».

   Agregó que en las encuestas que maneja el gobierno los «indecisos se están definiendo hacia el presidente»».

   La Constitución señala que para revocarle el mandato a un gobernante en un referendo se requiere un número de votos igual o superior a los que lo eligieron.

   Chávez fue reelecto en julio del 2000, luego de un proceso constituyente, con 3,7 millones de votos.

   Al cierre de julio el padrón electoral alcanzó los 14 millones de electores.