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GUATEMALA. AFP. Indígenas de Latinoamérica y el Caribe demandaron a sus gobiernos reconocer sus sistemas de consultas por los cuales se oponen a megaproyectos como hidroélectricas y minerías en sus territorios, al concluir este viernes la X Asamblea General del Fondo Indígena en Guatemala.
El ministro guatemalteco de Cultura, Carlos Batzin, comentó a periodistas que es necesaria la aceptación de la decisión de los pueblos indígenas, tras lamentar que en varios países no son reconocidas pese a que han ratificado el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
«En América Latina es una constante que no se toma en cuenta la opinión de los indígenas», aseveró.
En tanto, Saúl Vicente, del Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la ONU, advirtió que de continuar esa situación se podría incrementar los problemas sociales con los indígenas.
«En la medida en que se respeten los derechos indígenas y no se impongan proyectos, se apagará cualquier foco de conflictividad», aseveró.
Durante la clausura, el ministro guatemalteco también fue juramentado como nuevo presidente del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe, cargo que desempeñará hasta el 2014.
En la jornada inaugural del jueves participaron el presidente guatemalteco, Otto Pérez, y el canciller de Bolivia, David Choquehuanca.
El foro también trata de dar respuestas a diferentes problemas de las poblaciones indígenas en la región, compuestas por 40 millones de personas. Un 70% de ellas se encuentra en condiciones de pobreza, señaló el exsecretario técnico de la entidad, el ecuatoriano Diego Iturralde.
En la cita, que comenzó el pasado martes con reuniones técnicas, participan delegados indígenas de 22 países latinoamericanos y representantes de España, Portugal y Bélgica.
También de organizaciones indígenas de países no miembros del Foro como Surinam, Guayana, Canadá y Estados Unidos, además de República Dominicana, Alemania y Francia.
El Fondo Indígena fue creado durante la II Cumbre Iberoamericana celebrada en Madrid en 1992 y tiene su sede central en Bolivia.
