El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) expresó ayer su indignación por la agresión y apresamiento contra el fotorreportero Orlando Ramos, de Clave Digital, y anunció el sometimiento a la justicia del coronel Mateo Vásquez, jefe de seguridad de la Primera Dama de la República y responsable de los hechos.

Olivo De León, secretario general del gremio, calificó el hecho como un atentado a la libertad de prensa y un exceso de funciones de los oficiales custodias de la Primera Dama, Margarita Cedeño de Fernández.

 Explicó que a la agresión contra Ramos se agrega el hecho de que es constantemente vigilado por personas que hasta este momento se han estado moviendo en un jeep marca zuzuki, color azul marino, así como en otros vehículos, por lo cual responsabiliza al coronel Mateo Vásquez, del Ejército Nacional, de lo que le pueda suceder al profesional del lente.

Dijo que este viernes, los abogados del SNTP y del CDP se encargaron de preparar todo lo relativo del sometimiento a la Justicia del citado coronel, y pidió al presidente Leonel Fernández la destitución de ese oficial y del teniente Luis Durán, que agredieron y encarcelaron al fotorreportero sin ningún motivo.

Pidió el Presidente que de un ejemplo con estos agresores de los periodistas y trabajadores de la prensa, y violadores de las leyes y la Constitución de la República, como una forma de detener las constantes agresiones, maltratos y amenazas de muerte que en las últimas semanas padecen más de una docena de comunicadores sociales.

Afirmó que el único delito de Ramos fue hacer su trabajo. Que Clave Digital y los demás medios de comunicación fueron invitados a cubrir los pormenores del concierto “Música Visible” ofrecido la noche del martes en la sala Eduardo Brito, del Teatro Nacional, auspiciado por el Despacho de la Primera Dama y la aerolínea Air France.

Sin embargo, dijo que al concluir la actividad, oficiales de seguridad de la Primera Dama impidieron que Ramos cumpliera su labor periodística, en momentos en que se disponía fotografiar a Cedeño de Fernández hablando con el banquero Alejandro Grullón, lo amenazaron, lo golpearon, le rompieron sus lentes recetados, su camisa y le arrancaron su cámara que colgaba del cuello.

De León sostuvo que en este caso se violaron todos los derechos de una persona, primero al impedir el libre ejercicio de su labor profesional, que en este caso es la de informar, la cual está consignada en la ley 10-91, la 6132, el artículo 8 de la Constitución de la República y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Además, se viola el derecho a informar, el derecho del pueblo a permanecer informado y una regla básica no escrita, pero que es primordial, la cual consiste en no maltratar a tus invitados, y en este caso los reporteros eran invitados del Despacho de la Primera Dama y de Air France, auspiciadores del acto.

Recordó que el hecho ocurrió alrededor de las diez de la noche en el Teatro Nacional, tras lo cual fue conducido como un delincuente compón al Palacio de la Policía Nacional, por dos unidades de esa entidad, donde al día siguiente oficiales de la Dirección de Investigaciones Criminales de esa institución interrogaron al fotorreportero y lo dejaron en libertad sin formularle cargos.

El secretario general del SNTP agregó que como si fuera poco y tal como publicara Clave Digital, al momento del arresto, los uniformados quisieron impedir al editor gráfico de Diario Digital, Pedro Jaime Fernández, que tomara fotografías.