Indios en difícil prueba en
playoffs ante los Yanquis

Indios en difícil prueba en<BR>playoffs ante los Yanquis

No hay ofensiva más poderosa que la de los Yanquis. El «Imperio del Mal», mote por el cual son conocidos –y temidos– entre sus oponentes, reúne a tantos bates peligrosos, que luce capaz de demoler a batazos a cada uno de sus adversarios.

Un lineup así es capaz de destrozar a un staff de lanzadores en tres o cuatro juegos seguidos. Una serie corta puede decidirse a fuerza de extrabases.

El equipo que más bateó en la campaña regular llega a la postemporada con hambre de Serie Mundial. Una cadena de tropiezos en los playoffs –que ya suma seis años– atormenta a su alto mando. Pero las cosas no han cambiado. Todavía, como en 2006, en 2000 o 1950, los buenos brazos son capaces de detener en algún momento a los buenos maderos.

Nueva York debe ganar tres series cortas para conseguir su primera Serie Mundial en siete temporadas. Y tiene los bates. Pero su oponente en la serie divisional, los Indios, cuenta con los brazos para tratar de impedirlo.

Será un duelo clásico. Poder contra maestría. David contra Goliat.

Sólo que este David también tiene fuerza. Y ganas de demostrarlo. Los «Bombarderos del Bronx» han hecho, como nunca, énfasis en su tendencia de los últimos años a ganar encuentros apabullando a los rivales.

Alex Rodríguez no es el único aporreador de los neoyorquinos. Por lo menos cinco de sus hombres terminaron sobre 90 impulsadas y las cifras colectivas del equipo dan miedo: 201 jonrones, 968 carreras anotadas, un promedio colectivo de embasado de .366 y con .463 de slugging.

A todo eso hay que añadir la curtiembre en postemporadas de una alineación que exprime a los serpentineros contrarios, que tiene a toleteros bautizados al fuego de anteriores playoffs.

Goliat luce imponente. Tanto, que parece capaz de pasar por encima de cada rival, eclipsando las carencias de la divisa. Que sí existen.

Porque si pitcheo es el nombre del juego, si las series cortas están dominadas por la defensa y los brazos poderosos, entonces los Indios tienen un punto a favor.

Los Yanquis tuvieron la peor efectividad colectiva entre todos los clasificados de la Liga Americana, y abridores fundamentales, como Roger Clemens o Mike Mussina, han sorteado dolencias y pasajes erráticos.

El bullpen, mejor desde la llegada de Joba Chamberlain y la recomposición de Mariano Rivera, parece dispuesto a resistir. Pero, ¿podrá hacerlo la rotación?

La ofensiva de Cleveland no es la de los «Bombarderos». No tiene bateadores con más de 25 jonrones, 114 remolques o .301 de average, topes de Víctor Martínez que contrastan con los 54, 156 y .314 de A-Rod. Pero ojo; cinco miembros de la tribu sumaron 20 vuelacercas y un sexto, Franklin Gutiérrez, acumuló 13 en media temporada. Y todavía queda Casey Blake, con sus 18 bambinazos.

Los Indios pueden batear. Y también pueden lanzar. Su staff tuvo la quinta mejor efectividad del beisbol, la tercera en la Liga Americana, y dos de sus abridores se disputarán el premio Cy Young: el as C. C. Sabathia (19-7, 3.21, 209 ponches) y el emergente Fausto Carmona (19-8, 3.06, 137).

En Cleveland ningún serpentinero infló sus registros debido al apoyo inmisericorde de carreras producidas en masa por sus compañeros. Eso es algo que nadie, ni siquiera Chien-Ming Wang, puede decir en Nueva York.

Alineación Indios

 Receptor: V. Martínez
 Primera base: R. Garko
 Segunda base: J. Barfield
 Campocorto: A. Cabrera
 Tercera base: C. Blake
 Jardinero izquierdo: K. Lofton
 Jardinero central: G. Sizemore
Jardinero derecho: F. Gutiérrez
Bateador designado: T. Nixon

Alineación Yanquis

Receptor: J. Posada
 Primera base: D. Mientkiewicz
 Segunda base: R. Canó
 Campocorto: D. Jeter
 Tercera base: A. Rodríguez
 Jardinero izquierdo: J. Damon
 Jardinero central: M. Cabrera
 Jardinero derecho: B. Abreu
 Bateador designado: J. Giambi

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