Cleveland.– Con cada triunfo, los Indios están más cerca de hacer historia. Persiguen un antiguo y extraño récord impuesto hace 101 años, que incluye una pequeña mancha. Quizás no es tan pequeña.
Es una mácula de Grandes Ligas. La racha de 26 victorias consecutivas lograda por los Gigantes de Nueva York en 1916 incluye un empate. «Creo que sabía eso», indicó el cerrador de los Indios, Cody Allen. No todos están al tanto de es peculiaridad.
Los Indios, que han hilvanado 19 triunfos seguidos, se están aproximando a la marca, lo que ha generado preguntas sobre por qué se considera que ésta pertenece a un equipo que consiguió 12 victorias en fila y firmó un empate antes de ganar otros 14 compromisos.
La explicación es simple y complicada, como todo en el béisbol. «Un empate nunca fue un resultado aceptable en un juego de béisbol», explicó Steve Hirdt, vicepresidente ejecutivo del Elias Sports Bureau, la compañía que lleva el registro oficial de números en las Grandes Ligas.
«Si ocurrió uno porque cayó la noche, porque llovió o por otra circunstancia, el juego se realiza otra vez». Hirdt explicó que, a diferencia de lo que ocurre en el fútbol, el fútbol americano o el hockey, el béisbol no tiene tan claramente delimitada la diferencia entre una racha de triunfos o una racha invicta, ante la falta de empates.
«Se repite un juego hasta que se obtiene un resultado legítimo de victoria o derrota», añadió. Sólo tres equipos han ganado al menos 20 juegos en fila: los Gigantes de 1916, los Cachorros de Chicago de 1935 (21) y los Atléticos de Oakland de 2002 (20). Los Indios, que se acercan a otro cetro en la División Central de la Liga Americana, tratarán de unirse al club el martes por la noche, cuando su as Corey Kluber subía al montículo para enfrentar a los Tigres de Detroit.
De conseguirlo, a Cleveland le restarán cinco juegos seguidos en casa para acercarse al récord —con su anomalía. Tal vez por la confusión sobre el empate, la seguidilla de 26 victorias de Nueva York ha estado ausente de las listas de récords en algunos sitios de internet. La omisión puede obedecer a que algunas bases de datos sólo reconocen triunfos y derrotas. Al hacer los cálculos de aquella campaña de los Gigantes, la racha se interrumpe.
Pero los fanáticos más avezados siguen considerando que ése es el récord a batir. «La racha de 26 juegos ganados de los Gigantes ha existido desde el comienzo de los tiempos», recalcó Hirdt. «No sé por qué ciertas personas hablan ahora de 21… Un empate no rompe una racha de triunfos o derrotas porque el juego siempre se repite, a menos que la campaña concluya antes».
Aquellos Gigantes, guiados por el irascible manager John McGraw, se encontraban a la mitad de una estadía de 31 juegos en el parque Polo Grounds cuando ganaron 12 duelos consecutivos antes del 18 de septiembre.
Ese día enfrentaron a Pittsburgh. Honus Wagner, de 42 años, conectó un elevado de sacrificio que representó la única carrera de los Piratas. El encuentro se suspendió por la lluvia tras nueve innings, con la pizarra igualada 1-1.
Los Gigantes jugaron al día siguiente su tercera doble cartelera en cuatro días. Terminaron barriendo a los Piratas y no volvieron a caer sino hasta el 30 de septiembre, cuando los Bravos de Boston se impusieron por 8-3. «Ese es el récord que siempre he querido ver roto», comentó Hirdt.