Individuos que no tenían nada, hoy son dueños de fortunas

Individuos que no tenían nada, hoy son dueños de fortunas

Qué preocupante y lamentable es ver que en República Dominicana, a pesar de que los años pasan y de que gobiernos van y vienen la corrupción sigue existiendo y continua afectando de manera muy perjudicial el desarrollo de la nación y la condición de vida de los ciudadanos.

Este es un mal que se ejecuta a ojos de todos.

Todos hemos visto cómo individuos que ayer no tenían absolutamente nada en la vida, hoy son dueños de fortunas enormes y de muchísimas cosas materiales.

No tienen una forma lógica y sana para explicar cómo fue que lograron amasar tanto dinero y acumular tanta riqueza.

El común denominador es que sólo fue suficiente llegar a ocupar alguna de las posiciones que hay en el Estado.

El sistema judicial cuenta con una cantidad enorme de códigos y de leyes que prohíben esta práctica pero son pocos los que han sido llevados ante los tribunales para dar cuenta sobre el origen de lo que poseen y, mucho menos, para ser condenados por robarse los fondos del erario.

Las instituciones y figuras que han sido establecidas para luchar contra la corrupción han terminado convirtiéndose en algo inoperante y como parte de una burocracia que no cesa de justificar posiciones para complacer compromisos partidarios y políticos.

Históricamente la realidad ha sido que a nivel del Estado y de los partidos políticos no ha existido nunca una voluntad verdadera para detener la depredación de los fondos del pueblo.

Nadie razona con la idea de manejar los dineros públicos con eficiencia, con transparencia y con gran sensibilidad humana.

¿Hasta cuándo seguiremos por este sendero de indiferencia frente a quienes desalmadamente y sin escrúpulo alguno desfalcan al Estado mermando su capacidad para mejor la condición de vida de todos?

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