Imagen sin fecha proporcionada el domingo 25 de abril de 2021 por la Armada de Indonesia de partes del submarino KRI Nanggala que se hundió en el mar de Bali, Indonesia. (Armada de Indonesia vía AP)
Yakarta.- Indonesia dio este domingo por muertos a los 53 tripulantes del submarino desaparecido en la madrugada del miércoles en aguas al norte de Bali después de encontrar el sumergible partido en tres partes a una profundidad de más de 800 metros.
“Con gran pena, como jefe de las Fuerzas Armas de Indonesia, los soldados (…) han caído mientras cumplían su deber al norte de Bali. En nombre de todos los soldados y la familia de las Fuerzas Armadas, expreso mis condolencias más profundas a las familias de los caídos. Que Dios les dé serenidad”, declaró Hadi Tjahjanto, jefe del Ejército, en rueda de prensa.
Yudo Margano, jefe de la Marina, afirmó que el submarino KRI Rigel, procedente de Singapur para ayudar en la búsqueda, localizo el KRI-Nanggala-402 partido en tres a una profundidad de unos 838 metros y recalcó que el accidente no se debió a un error humano.
Según explicó Margano, que mostró algunos vídeos del submarino durante la rueda de prensa, las partes trasera y delantera del sumergible se desprendieron y la parte central se mantenía entera, pero se pueden observar algunas grietas.
Los equipos de rescate todavía no han podido hallar los cuerpos de ninguno de los tripulantes, que una vez recuperados, serán trasladados a la ciudad de Surabaya, en la isla de Java.
Aunque está ya localizado, la gran profundidad a la que se encuentra, superior a la que puede alcanzar la Marina indonesia con sus equipamientos, dificulta la recuperación de la nave hundida, en cuyo interior podrían seguir los cuerpos de los militares perecidos.
Las autoridades, que el sábado dieron por hundido el submarino pero aún albergaban la esperanza de encontrar algún tripulante vivo, sospechan que comenzó a sufrir grietas cuando se encontraba a entre 400 y 500 metros bajo la superficie, pues no fue diseñado para descender más allá.
Cientos de personas en barcos y helicópteros de la Marina indonesia han peinado la zona sin descanso en los últimos días ayudados por el sistema sonar y otros equipos las aguas del norte de la isla de Bali donde se perdió el contacto del submarino KRI Nanggala-402, fabricado en Alemania en 1978, durante unas maniobras militares.
AYUDA INTERNACIONAL
Además de Singapur, también se han implicado en la búsqueda Australia, India y EEUU, con equipamientos especiales para ayudar a localizar el submarino. En el caso de EEUU, estaba prevista la incorporación a la búsqueda del Boeing P-8 Poseidon de la Marina de EEUU, diseñado para misiones de guerra antisubmarinas e interceptación de embarcaciones, pero las autoridades indonesias no han confirmado por el momento su llegada.
Según la información del Ejército indonesio, el submarino inició la inmersión a las 3-46 hora local del miércoles (20-46 GMT del martes) y unos 15 minutos después inició la carga del tubo lanzatorpedo número 8.
La última comunicación con los tripulantes tuvo lugar a las 4-25 hora local (21-25 GMT del martes) y antes de autorizar el lanzamiento del torpedo se perdió la conexión con la nave. Aunque en un principio se especuló con la posibilidad de que un apagón hubiera provocado la pérdida de la comunicación con el submarino, los responsables militares aclararon hoy que no se produjo ningún fallo eléctrico.
Indonesia cuenta en la actualidad con una flota de cuatro submarinos, uno de fabricación alemana -sin contar el que se ha hundido, que fue adquirido en 1981-, y tres fabricados en Corea del Sur.
La desaparición del submarino evoca otras tragedias como la del sumergible de la Armada argentina “ARA San Juan”, con 44 tripulantes, desapareció en 2017 y encontrado un año después, así como el grave accidente del nuclear ruso “Kursk».
El accidente del submarino nuclear ruso, considerado la “joya” de la Flota del Norte rusa, que tuvo lugar el 12 agosto 2000 cuando durante unas maniobras navales quedó sumergido en reposo en el fondo del Ártico con 118 tripulantes a bordo, es el más grave hasta la fecha.