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Calang (Indonesia) (EFE).- Medio año después del desastre que devastó la provincia indonesia de Aceh, los más de 400.000 damnificados luchan por salir adelante mientras el Gobierno y organizaciones humanitarias buscan «reconstruir un Aceh mejor».
En Calang, en la costa occidental de Aceh, las olas gigantes no dejaron ni un edificio en pie, pero las áreas siniestradas ya se han visto repobladas con numerosas viviendas, escuelas, comercios, restaurantes y cafés, y este escenario se repite en otras poblaciones costeras arrasadas.
Además, estos días en Calang se ultiman los preparativos para la inauguración del centro de salud provisional gestionado por la organización española Médicos del Mundo.
La doctora acechense Vera Abdullah se mostró muy agradecida hacia los cooperantes españoles y destacó que ahora cuentan con equipamiento médico que no tenían antes.
«Tenemos un laboratorio que antes no teníamos, lo cual es muy importante para confirmar posibles casos de tuberculosis, malaria o infecciones de orina», declaró la doctora a EFE.
Sin embargo, Vera es consciente de que la asistencia sanitaria está sin completar y apuntó otras necesidades de los pobladores del antiguo sultanato.
«Me gustaría que tuviésemos también material bucodental ya que hay mucha gente en Aceh que sufre problemas dentales y no podemos hacer nada, sólo darles calmantes y decirles que vayan a Banda Aceh», subrayó Vera.
La sanitaria señaló que a pesar del rápido cambio experimentado en Calang, las instalaciones son todavía temporales.
«Las barracas donde vivimos se inundan si llueve y no hay agua potable si hay un corte de electricidad», lamentó la doctora.
Cuando el «tsunami» golpeó la región, Aceh se encontraba bajo el estado de emergencia civil y los extranjeros tenían vetada la entrada debido al conflicto separatista que sufre la provincia, pero el Gobierno levantó la medida ante la imposibilidad de hacer frente en solitario a la catástrofe.
Tras el maremoto, el Gobierno indonesio y los independentistas iniciaron unas conversaciones, que transcurren en Finlandia, con el objetivo de lograr una paz definitiva, aunque no han cesado las escaramuzas y enfrentamientos entre las dos partes en conflicto.
Hoy mismo, tres supuestos rebeldes del Movimiento de Liberación de Aceh (GAM) y un soldado murieron durante un enfrentamiento ocurrido al norte de la provincia.
Según informaron los militares, el incidente se produjo cuando una patrulla del Ejército fue atacada por presuntos guerrilleros del GAM a la altura de la localidad de Darul Aman (norte).
El suceso se produce tres días después de que una cooperante china de la Federación de la Cruz Roja fuera herida de bala en esa provincia cuando viajaba en un vehículo acompañada de varios colegas.
La mujer se encuentra fuera de peligro e ingresada en un hospital de Singapur, sin que de momento se sepa si el convoy donde iba se vio inmerso en un fuego cruzado entre el Ejército y los rebeldes.
A pesar de esa circunstancia, la respuesta sin precedentes de la comunidad internacional ha permitido a las organizaciones humanitarias contar con numerosos recursos, y ha contribuido a una dinámica transferencia de tecnología y conocimientos entre la población local y la foránea.
Como ejemplo cabe destacar la popularización de internet y la posibilidad de conectarse a la red sin cables gracias al avanzado sistema de telecomunicaciones que se está implementando.
«Aceh dispondrá de fibra óptica en los próximos años y eso abaratará los costes y permitirá una mayor banda ancha, es decir, más rapidez», señaló el indonesio Anjar Ari Nugroho, de la organización «Air Putih», que coordina el despliegue tecnológico.
Y es que como expresó Gustavo Domingo, el delegado de la Cruz Roja Española, «la llegada de extranjeros fue un segundo tsunami para Aceh».
Domingo reconoció que la reconstrucción se encuentra todavía en la fase inicial y que Yakarta ha actuado con lentitud a la hora de aprobar un plan general, pero insiste en que es necesaria una buena planificación.
«Queremos reconstruir una Aceh mejor», recalcó.
