El Presidente Danilo Medina ha sido indulgente con unos cuantos funcionarios de su administración que faltaron al deber de presentar declaración jurada de sus bienes en el plazo estipulado. Y lo justifica con el argumento de que hay gente que ignora que debe llenar ese requisito. Entendemos que el del Presidente ha sido un gesto caballeroso, aunque pasa por alto el principio que da por sentado que nadie puede alegar ignorancia de la ley, y menos si se trata de servidores del Gobierno.
Uno de nuestros principales problemas sociales es el irrespeto de la ley y la falta de consecuencias ante las violaciones. El perdón, el “chance” que omite el rigor de la sanción tiene un efecto contrario al ideal de que cada uno pague por sus violaciones. Las hazañas, el buen comportamiento y las conductas positivas deben merecer reconocimiento, pero del mismo modo deben ser sancionadas las acciones contrarias a las reglas de juego.
Nuestro país necesita que todos los ciudadanos en uso pleno de sus facultades se acojan a respetar el mandato de las leyes, el orden establecido, las reglas de juego que nos tipifican como un Estado organizado. Tal vez la indulgencia hacia quienes cometen faltas no es lo más apropiado en un país que tiene como principal problema el irrespeto de las reglas y la impunidad por falta de consecuencias.

El periodismo viste de luto

El fallecimiento del escritor y periodista Felipe (Lipe) Collado enluta a la familia periodística y a la sociedad dominicana. Fue profesor de redacción periodística en las universidades Autónoma de Santo Domingo y Central del Este, y el Instituto Dominicano de Periodismo. En su producción literaria destacan “El Retorno del General”, “Cuentos de guerra y paz”, “Los Acorralados”, “Después del viento”, “Soldaditos de Azúcar”, “El tíguere dominicano”, “El Foro Público en la Era de Trujillo”, “La impresionante vida de un seductor: Porfirio Ruborosa” y “Anécdotas y crueldades de Trujillo”.
Collado laboró en Radio Mil Informando y escribió para los periódicos Hoy, El Sol y La Noticia. En 1992 ganó el Premio Quinto Centenario de novela y en 2003 el Premio Nacional de Periodismo. Nuestras condolencias a sus familiares. Paz a sus restos.