El colombiano Jaime Alberto García tiene 26 años de experiencia en la industria textil.
Es director de producción de la empresa Texmaquila, con sede en Medellín, Colombia y asesor del Instituto para la Exportación y la Moda (INEXMODA).

Hace poco estuvo en el país impartiendo un seminario organizado por el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) titulado “Herramientas para desarrollar la productividad del sector textil de confección”, una iniciativa con miras a fortalecer la capacitación del cuerpo docente de ese instituto. En su visita al país García señaló algunas estrategias que deben tener en cuenta la industria textil y de la moda para tener éxito local e internacionalmente.

Si bien en un pasado República Dominicana producía sus propios textiles o materia prima, la producción hoy es prácticamente nula. No obstante, la industria de textiles y confecciones representa el 58% de las exportaciones que realizan las zonas francas.

Crear valor. Uno de los planteamientos de García es que la industria de la moda debe crear valor en cada uno de los eslabones de la cadena productiva y la forma de hacer esto, asegura el experto, es repensando productos y mercados.

Pero además se hace necesario a juicio de García, las alianzas estratégicas entre las empresas del sector y que se desarrolle una relación triangular entre el Estado, las universidades y las empresas, de modo que éstas últimas reciban profesionales con una buena formación académica. De acuerdo a García debe haber una relación entre la parte estatal y privada para que las grandes marcas puedan salir afuera. “Procolombia ha hecho esa tarea junto con Inexmoda, de encontrar donde hay mercado para lo nuestro”, señala, refiriéndose a la experiencia colombiana.

Acerca de Colombiatex y Colombiamoda, las grandes ferias de moda de Colombia, afirma que han logrado que la moda colombiana crezca exponencialmente, al abrir nuevos mercados y traer nuevos compradores a territorio colombiano.

García afirma que la industria de la moda en Latinoamerica trabaja con metodologías de los años 20, como las líneas de ensamble, un modelo mucho más antiguo que el “lean manufacturing”, nativo de los 60, y que en su opinión solo un 5 % de las empresas latinoamericanas implementan, por lo que entiende hay mucho por hacer aún.

El caso de Zara. El mundo de la moda está cambiando de estrategia. García cita el ejemplo de la famosa firma de moda española Zara. “Es el referente mundial porque es la marca que más vende en el mundo y repensó los mercados entendiendo que a la gente le gusta novedad. Hay un paradigma y es que todo el mundo busca el menor costo. Yo creo que eso es un error, si miramos el caso de Zara. La estrategia competitiva de Zara es tener en el menor tiempo posible lo que las personas necesiten Y eso no incluye el menor costo. Es una estrategia nueva que se llama Demand Drivig. la demanda en tiempo real”, explica.

La misma consiste, en palabras llanas, abastecer al mercado en el menor tiempo posible aunque implique un mayor costo.

Debido a la privilegiada localización de los países latinoamericanos a grandes mercados como los Estados Unidos, están en una posición que pueden aprovechar si lo comparamos con el gigante asiático.

“La creación de valor no solo está en el diseño sino en el tiempo de respuesta. En Asia no te fabrican nada en menos de 3 meses. La zona horaria es prácticamente igual, la comunicación es en tiempo real, la cultura son mucho más similares…” enumera García.

También señala que en Latinoamérica se están fabricando telas inteligentes, con control de temperatura, con olor, antibacteriales, etc, que definitivamente evidencian un avance significativo del sector.