Los fabricantes de muebles no han podido tener acceso a los financiamientos que se han puesto a disposición de los sectores productivos de parte del Gobierno.

El presidente de la Asociación Nacional de Industriales de Muebles, Colchones y Afines (Asonaimco), Cristian Nolasco, expresó que por ejemplo con la liberación de los RD$20,000 millones del encaje legal por el Banco Central en mayo del año pasado, no pudieron tener acceso porque siempre que acudían a las entidades financieras decían que los recursos se habían agotado.

Resaltó que al analizar los reportes del Banco Central sobre el desembolso de este dinero, pudieron ver que estos se quedaron en las mismas manos, pues el sector manufactura no creció en 2013, a pesar de haber inyectado 20 mil millones de pesos. “Eso evidencia que no fueron a la mano de los sectores productivos como era la intención”, argumentó.

Destacó que el tema del financiamiento es un tema neurálgico, muy importante para el sector poder desarrollarse y salir de la crisis en la que vive. Sin embargo, también han tenido escasa participación en los créditos que se han otorgado a través de Banca Solidaria y la Fundación Banreservas.

Nolasco ofreció estas declaraciones al participar en el Encuentro Económico de HOY junto a los directivos de Asonaimco Manuel Roa, primer vicepresidente; Porfirio Peralta, segundo vicepresidente; José María Gavilán, primer director, y Tomás Hernández, tercer director.

Situación calamitosa en la industria. El presidente de Asonaimco expresó que el sector fabricante de muebles se encuentra en una de las más profundas crisis que han vivido como sector productivo nacional.

Destacó que entre el 2008 y 2010 existían tres mil pequeñas y medianas industrias fabricantes de muebles, y ahora es solo la mitad, debido a las diferentes dificultades y obstáculos que tienen los fabricantes para poder subsistir, desarrollarse y hacer crecer sus negocios.

Expuso que entre los años 2003 y 2008 las exportaciones de muebles se venían desarrollando. Fueron 10 millones de dólares en 2008, pero a partir de esa fecha han caído hasta un millón de dólares.

Resaltó que es evidente la falta de competitividad de esta industria ante la avalancha de productos importados que han venido a desplazar al fabricante local.

Nolasco expresó que han faltado niveles óptimos de incentivos para que la industria se desarrolle. Consideró que este ha sido uno de los principales factores. Además se añade el costo de la energía eléctrica.

Asimismo citó las altas cargas impositivas, ya que a pesar de que existe un sistema simplificado de impuesto, no ha sido bien recibido por el sector, porque no se ajusta a la realidad de una pequeña industria. De igual forma afecta el pago de anticipo adelantado de impuesto a la Dirección General de Impuestos Internos y pagar el 1% de los activos, con un tratamiento igual que una grande empresa.

“Entendemos que el tratamiento que se debe de dar a las pequeñas y medianas empresas debe ser distinto al de las grandes empresas y no podemos tener el mismo marco regulatorio para una gran empresa que tiene grandes capitales y toda una infraestructura totalmente desarrollada, no se compara con una mediana empresa que tiene 10 trabajadores”, dijo Nolasco.

El presidente de Asonaimco resaltó que el presidente Danilo Medina expresó que iba a trabajar con las mipyme en los temas de acceso al mercado, financiamiento y capacitación del personal técnico y puso en marcha un plan de acción al respecto. Sin embargo, evalúa que al día de hoy estos resultados no son buenos.

Madera local es usada como biomasa para combustible

La disponibilidad de madera preciosa de Acacia Mangium o Roble Australiano, del país, está siendo amenazada por la nueva modalidad de triturarla o molerla para usarla como biomasa para combustibles para grandes empresas productoras de energía eléctrica y zona franca.

“Es una pena que en nuestro país donde se importan más de ocho mil millones de pesos al año en maderas no se esté aprovechando el potencial que existe de esta madera de rápido crecimiento y de alta durabilidad y que se reproduce de manera silvestre”, expresó Porfirio Peralta segundo vicepresidente de Asonaimco.

Afirmó que el Gobierno debe tomar carta en este asunto y prohibir la molienda de madera especialmente de acacia, para que sea utilizada en la construcción y la industria, especialmente la de muebles puertas y ventanas, contribuyendo grandemente a la generación de empleos y mejorar los ingresos de las familias.

Resaltó que industria nacional del mueble puede desarrollar una marca país a partir del potencial de la madera de acacia, ya que es comparada con el roble que se importa en grandes cantidades y su costo supera tres veces el de la acacia.

“La política de los gobiernos de sustituir la manufactura local por la importación de bienes industriales y materias primas es lo que ha generado en los últimos 20 años la falta de empleo y la extrema pobreza del país”, dijo.

Faltan hornos. Peralta manifestó que existe la necesidad de inversión en la construcción de hornos para secar la madera, ya que para ser aprovechada por la industria debe estar seca.

Agregó que se necesitan empresarios que estén dispuestos a invertir en este sector y así lograr una industria fuerte y sostenible, que contribuya a la generación de empleos y la exportación de muebles que tanta falta le hace al país.

“Hace falta infraestructura para poner la madera en condiciones óptimas para la industria y canales de distribución para la comercialización de la misma”, destacó el dirigente de Asonaimco.