Las alzas  desencadenadas a nivel internacional –con su secuela de inflación importada- constituyen una oportunidad para que el Gobierno  desarrolle un plan de estímulo de la producción interna de bienes y promueva un cambio en hábitos de consumo.

El planteamiento fue hecho por la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia de Santo Domingo (AEIH), su Consejo de Pasados Presidentes y la Federación de Asociaciones Industriales (FAI), preocupados ante la inexistencia de acciones prácticas para prevenir los riesgos de las alzas de productos básicos,  materia prima y combustibles a nivel internacional.

Una declaración suscrita por los presidentes de la AEIH y la FAI, Wadi Cano Acra e Ignacio Méndez, así como por Antonio Isa Conde, César Nicolás Penson, Ernesto Vilalta, Jesús Moreno y Manuel Cabrera, considera urgente redireccionar el crédito a tasas accesibles hacia la producción de bienes agrícolas e industriales, como alternativas de consumo interno.

Los dirigentes empresariales manifestaron que la iniciativa de estímulo a la producción interna debe acompañarse con un plan de ahorro de combustibles y de energía, para lo cual se requerirá una campaña masiva de concienciación, así como una transformación gerencial e inteligente para el control del tráfico en las zonas urbanas.

Consideraron inconcebible que el país derroche millones de dólares en “los grandes tapones” que se producen en las ciudades a toda hora –especialmente en Santo Domingo- por falta de gerencia en las políticas de control de tráfico, a veces hasta influidas por la desincronización de los semáforos, la falta de educación de los conductores, la recogida de basura diurna y el transporte de carga descontrolado en término de horarios.

Manifestaron que este es el momento de impulsar a toda máquina los proyectos razonables de energía alternativa o limpia, por lo cual hicieron un llamado a deponer todas las trabas burocráticas que impiden su arranque, pues el país necesita urgentemente reducir su factura petrolera que tanto pesa sobre las finanzas públicas. Indicaron que la propuesta formulada debe ir más allá de un simple plan coyuntural para convertirse en un cambio cultural.