Ineludible actuar contra el delito

Ineludible actuar contra el delito

A pocos días de las votaciones municipales, las denuncias con elementos visuales y sonoros de gran difusión sobre parcialidad de jerarquías gubernamentales a favor de las ofertas electorales de un oficialismo poderoso que no oculta patrocinios causan irritación y reúnen méritos suficientes para que la autoridad actúe, tanto desde el nivel orgánico electoral de leyes en manos como desde el MinisterioPúblico. El Gobierno por sí mismo tiene también que situarse, desde sus más altas posiciones ejecutivas, del lado de la legalidad. Ningún intento a la vista de coacción política a subalternos del tren administrativo puede ser contemplado con indiferencia por estamentos y mecanismos obligados a sancionar vulneraciones a la línea de conducta de neutralidad que corresponde a cada funcionario de un Gobierno que en ninguna forma debe reflejar apoyos partidarios.

El delito electoral está configurado. para que nadie se haga de la vista gorda. La violación se percibe en tono brutal y gestos amenazantes. La pérdida de legitimidad sobre resultados de votaciones, implícita en la ausencia de equidad por abusos de poder, sería inevitable. Deben sancionarse ejemplarmente las transgresiones. Estos hechos son percibidos como indignantes por entes opositores y sectores sociales sin militancia. Significan valerse de investiduras y capacidad para dejar sin pan a servidores en plena liza política.

Poner oídos a exhortación

El país no debe, al enfocarse en virus nuevo, bajar la guardia ante la influenza de presencia estacional y mayor mortalidad. La recomendación del doctor Marcos Espinal, director de Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud, apunta a reforzar las formas de enfrentar las embestidas del mal respiratorio recurrente siguiendo indicaciones médicas al tiempo de mantener en efectividad la detección de nuevas cepas de coronavirus.

La difusión -sin pánico- de informaciones sobre características de enfermedades que guardan similitud es arma de suma importancia para proteger la colectividad. La aplicación de un programa educativo dirigido al gran público figura en la receta de las prevenciones que a los dominicanos extiende toda una autoridad en la materia. La experiencia local contra la influenza vale.

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